El queso es uno de los alimentos más consumidos en nuestro país. Es el aliado perfecto de un buen picoteo y es difícil parar una vez que empiezas a comerlo. El problema es que tiene un alto nivel calórico y eso nos lleva a prescindir de él si lo que buscamos es seguir una dieta sana. Hay unos cuantos quesos que podemos introducir en nuestra alimentación que los expertos recomiendan consumir (aunque en pequeñas cantidades) y que son compatibles con una alimentación sana y equilibrada.

Antes de nada debes tener en cuenta que un buen queso solo lleva leche, cuajo, fermentos lácticos y sal. Son los cuatro ingredientes que tendrías que buscar, independientemente de las calorías. Una vez que tengas eso claro, te contamos que existen unos cuantos quesos de los que podrás disfrutar sin demasiado remordimiento.

Quesos frescos

Los quesos frescos son los más recomendados y los que menos “engordan”. Llevan más contenido acuoso y no requiere de maduración, por lo que es un queso bajo en calorías, con menor porcentaje graso y también bajo en colesterol. Los quesos frescos naturales con menor contenido graso son el queso Quark, Ricotta y Cottage. Estos quesos aportan 100kcal por cada 100g y tienen un aporte de grasa del 4%. El siguiente grupo lo forman el queso Burgos, Mató o el requesón, la ración equivalente para 100kcal serían 60g de queso y tienen un 11-12% de contenido graso.

Quesos vegetales

Quesos vegetales

Son una magnifica alternativa, sobre todo en personas que sufren intolerancias o problemas intestinales que requieren de una retirada de los lácteos en su dieta. Son nutricionalmente muy completos y libres de colesterol.

Quesos en su versión entera

Queso de cabra

Opta por la versión entera y alterna vaca con oveja y cabra mejor que light, porque la grasa le aporta el sabor característico al queso. Cuando se retira la grasa se vuelve insípido y pasa a ser un alimento parcialmente desnutrido. Además, a los quesos light se les añade aditivos para obtener la misma consistencia y se enriquecen con vitaminas y ácidos grasos para conseguir un alimento similar al original en composición y en sabor. Dentro de los quesos enteros el más recomendado sería el de cabra.

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Cuanto más curado sea el queso más calcio tendrá, pero también mayor contenido de grasas, colesterol y sodio, que hay que tener en cuenta sobre todo en personas hipertensas. Son quesos con mayor aporte calórico y un sabor mucho más intenso. Quesos como el feta y el mozarella son quesos con un valor calórico mayor, a mitad de camino entre los quesos frescos y los curados. Su ración equivalente serían 40g.

El queso mascarpone  aunque se fabrica de manera diferente, sin fermentación ni maduración, tiene más grasa porque la materia original es la nata de la leche.