Las proteínas sacian y aportan energía y nutrientes al organismo, pero muchas dietas restringen su consumo, un factor que en ocasiones puede resultar contraproducente.

Cuando se eliminan de la dieta comidas sabrosas y no se tienen en cuenta las preferencias y el estilo de vida de quien se somete al régimen, las renuncias suelen llevar a cuadros de estrés.

Cuando la ansiedad acecha suelen acompañarla conductas compulsivas, por lo que se siente una falsa sensación de hambre fruto de los nervios y es muy fácil que caer en la tentación de darse un atracón.

La frustración posterior es muy peligrosa, porque suele conducir al abandono de los hábitos saludables.

En la era de Instagram y la cultura "healthy" muchas personas se autoexigen cumplir con unos hábitos muy estrictos que, sin acompañamiento profesional son peligrosos y pueden dar lugar a trastornos alimenticios.

Las dietas proteicas para adelgazar son una buena opción para perder peso sin someterse al nivel de estés que implica seguir otro tipo de dieta.

En qué consiste una dieta proteica

Una dieta proteica evita comportamientos compulsivos Pexels

Este tipo de dietas se reconocen porque las proteínas cubren una mayor proporción de calorías del día respecto a una dieta habitual.

Los menús son, en cambio, bajas en hidratos de carbono para cubrir de forma eficiente las calorías a consumir en un día.

Dos de los ejemplos más conocidos son las dietas cetogénicas o la dieta keto.

La dieta Dukan es otra dieta proteica, es reducida en hidratos y se incrementan proteínas y grasas.

Cómo debe ser una dieta proteica para que funcione

Las dietas proteicas son más llevaderas, aunque conviene buscar asesoramiento profesional Pexels

Para que una dieta proteica sea segura, saludable y al mismo tiempo efectiva para adelgazar, es necesario respetar las siguientes premisas:

  • Más proteínas magras con grasas saludables

Coviene elegir proteínas magras o bien, proteínas acompañadas de grasas sanas.

Una buena opción sería consumir un huevo o clara de huevo, pechuga de pollo o pavo, quesos frescos, leche o yogur desnatado o bien, pescados grasos.

Se desaconseja la ingesta de fiambres y embutidos así como de otras carnes procesadas en dietas proteicas para perder peso.

  • Tomar un alimento proteico en cada comida

El desayuno puede incorporar lácteos (Una buena opción es el Kéfir: las 10 claves del misterioso hongo que revolucionará tu dieta) o huevo, o bien, atún, pechuga pollo o pavo, entre otras fuentes de proteínas de calidad.

De esta manera en cada comida nos garantizamos saciedad y reduciremos el índice glucémico al reducir los hidratos

  • Reducir las calorías de forma moderada

Las dietas proteicas aun sin ser hipocalóricas, ocasionan pérdida de peso al reducir el apetito y la ingesta de alimentos de forma compulsiva.

Sin embargo, para adelgazar de forma efectiva se recomienda disminuir moderadamente las calorías ingeridas en el día, pero sin excederse para facilitar que el régimen se convierta en un hábito y los resultados se mantengan en el tiempo.

Los nutricionistas aconsejan que se reduzcan 500 Kcal sobre las necesidades energéticas diarias considerando el gasto basal y gasto por actividad física de cada día.

No rebajar demasiado los hidratos y elegir fuentes de calidad

Para basar una dieta en la proteínas se recomienda gastar más energía Pexels

Para no llegar a la cetosis que puede ocasionar diferentes efectos secundarios y volver poco sostenible la dieta, recomendamos no rebajar los hidratos en demasía. Por ejemplo, podemos aportar entre 40 y 50% de estos cada día, siempre escogiendo fuentes de calidad.

Así, en cada ingesta se aconseja incluir frutas y verduras varias y también es recomendable escoger legumbres, granos enteros o cereales integrales para cubrir las proporciones estimadas de calorías.

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Nunca es aconsejable acudir a azúcares libres o añadidos, por eso una de sus máximas es -en la medida de lo posible- evitar los alimentos ultraprocesados.