El estudio sobre los efectos de la liraglutida, un medicamento para tratar la diabetes tipo 2, en la disminución de masa corporal en pacientes obesos acaba de ser galardonado con el Premio de Investigación Fundación Doctor Antonio Esteve, dotado con 18.000 euros. El grupo de investigación que dirige el profesor Rubén Nogueiras en el Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CIMUS) de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), publicó este importante hallazgo en 2014 en la revista DiabetesDiabetes, considerada una de las más prestigiosas dentro del área de endocrinología y diabetes.

Ahora, el tribunal internacional que otorga este galardón ha considerado que este estudio, firmado por Daniel Beiroa y Mónica Ibernom y dirigido por Nogueiras, como en mejor artículo de investigación farmacológica publicado por un investigador español en los últimos tres años. "Las dos principales aportaciones de este estudio son: la primera, que demuestra que el tratamiento que desde hace años se da a los pacientes con diabetes tipo 2 reduce la masa corporal a largo plazo (un año), y la segunda, que conseguimos describir en modelos preclínicos el mecanismo mediante el cual este medicamento es capaz de reducir la masa corporal", explica Rubén Nogueiras.

Así, el trabajo de este grupo del CIMUS, adscrito al Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), consiguió demostrar en roedores cómo la liraglutina, más conocida por su denominación comercial, Victoza, actúa en el cerebro y activa un mecanismo para quemar grasa e incrementar el gasto energético sin que se vea afectada la ingesta de alimentos.

"Esto lo hace a través de una quinasa, llamada AMPK, una molécula que se localiza en el hipotálamo, a través de la cual el fármaco puede activar la grasa parda y esta lo que hará será quemar más lípidos y, por lo tanto, aumentar el gasto energético, y todo esto de manera independiente a la ingesta", resume Nogueiras.

Además, la investigación también realizó un seguimiento de quince pacientes con obesidad y diabetes tipo 2, controlando de forma periódica su peso, alimentación, niveles de insulina y glucosa, y otros indicadores. Después de un año de tratamiento, los pacientes mostraron tener un mayor gasto energético y lograron perder un 5% de grasa, resultados especialmente relevantes para los investigadores, ya que la reducción de grasa contribuye a mejorar el perfil clínico del paciente. De esta manera, este medicamento no solo regula el desajuste de glucosa, sino que también adelgaza sin necesitar de alterar los hábitos alimenticios o realizar ejercicio físico.

Ahora, el equipo de investigación que dirige Nogueiras estudia la capacidad de este mismo fármaco en el hígado graso, una dolencia provocada por la acumulación de grasa que afecta a su funcionamiento y que es uno de los problemas que presentan los pacientes obesos. "Lo que estamos estudiando ahora son los posibles efectos directos que este fármaco tiene sobre algunos mecanismos en el hígado", explica Nogueiras.