Esta es la historia de un naufragio, el del matrimonio del narrador con Sarah, su primera esposa y madre de sus dos hijos. También es un autorretrato demencial donde Scott McClanahan se pinta como un alcohólico notable y paranoico que emprende la ruta hacia el desastre a través de los paisajes de Virginia Occidental. Pero es también una canción de amor, una nota de despedida que le sirve al autor para recordar los detalles íntimos de su enamoramiento.Entre la ficción y las memorias, se ha dicho de esta novela que tiene el lenguaje de los románticos ingleses puesto en boca de un paleto de los Apalaches. T.G.