Elwyn Brooks White se unió a la plantilla de redactores de la revista "The New Yorker" en 1927. Su columna "Notas y comentarios" fue una de las más leídas en la historia de la publicación. A través de sus líneas desarrolló las preocupaciones que acompañarían parte de su obra y su vida, como el miedo a la guerra y a los fenómenos irracionales o el internacionalismo. Escritas con un estilo personal y directo, y un afable sentido del humor, sus ingeniosas piezas contienen reflexiones sobre los temas más diversos: la vida de la ciudad, la política, la literatura...Recibió inumerables premios en su carrera, entre ellos el Pulitzer en 1978. T.G.