El narcomusical ‘Emilia Pérez’ lidera la carrera hacia los Oscar

No hace tantos años, un musical francés hablado en castellano sobre las vicisitudes de un narcotraficante mexicano que cambia de sexo habría tenido remotísimas posibilidades de colarse entre las películas candidatas al Oscar en alguna categoría. Pero, aunque a algunos les esté costando asimilarlo, las cosas han cambiado, tanto en la sociedad como en Hollywood. Y así lo demuestran las 13 nominaciones con las que Emilia Pérez, el colorido narcomusical dirigido por Jacques Audiard, comparecerá el próximo 2 de marzo en la ceremonia de entrega de los premios Oscar 2025, en el Dolby Theatre de Los Ángeles, esa ciudad diezmada por los incendios que busca levantar el ánimo a golpe de estrellas y glamur.

Con esas candidaturas que lo convierten en el filme en lengua no inglesa más nominado en la historia de los premios de la Academia, Emilia Pérez se coloca holgadamente en cabeza de la carrera de las estatuillas doradas, seguido por dos películas tan distintas entre sí como The Brutalist, el monumental drama sobre un arquitecto centroeuropeo judío exiliado en Estados Unidos, y Wicked, la adaptación del musical que revisita el universo de El mago de Oz (ambos títulos tienen 10 nominaciones cada uno). Un poco por detrás de ellas, con ocho menciones, se sitúan el thriller cardenalicio Cónclave y el biopic dylaniano A complete unknown, para completar el quinteto de grandes favoritas.

Una nominación histórica

Además de optar al premio a la mejor película y a la mejor película internacional (en representación de Francia), Emilia Pérez ha brindado una nominación al Oscar a la actriz madrileña Karla Sofía Gascón; se trata de una nominación a la que el calificativo de histórica no le queda grande, porque Gascón es la primera mujer trans que opta al premio a la mejor intérprete protagonista. Un hito extraordinario que la actriz de Alcobendas celebró con la serena emoción de un mantra budista.

Karla Sofía Gascón será la única presencia española en la gala del 2 de marzo, puesto que tanto el compositor donostiarra Alberto Iglesias (autor de la música de La habitación de al lado) como los cortometrajistas catalanes Àlex Lora y Dani Feixas se quedaron a las puertas de las nominaciones después de haber pasado el penúltimo corte.

Además de los cinco filmes citados anteriormente, el plantel de los 10 finalistas en la categoría de mejor película se completa con Anora, de Sean Baker (que con seis nominaciones se consolida como la cinta indie más reverenciada del año); Dune: Parte 2, de Denis Villeneuve (cinco candidaturas y pinta de que va a convertir unas cuantas en estatuillas en los apartados técnicos); La sustancia, de Coralie Fargeat (que se ha colado en cinco categorías, incluidas las más importantes, pese a la radicalidad de su propuesta); la producción brasileña Aún estoy aquí, de Walter Salles (tres nominaciones), y Nickel boys, de RaMell Ross (tal vez la presencia más inesperada).

La meritoria irrupción de la francesa Coralie Fargeat entre los aspirantes al premio a la mejor dirección impide que el apartado quede copado por hombres. Su compatriota Jacques Audiard (Emilia Pérez) parece el único capaz de plantar aquí batalla a Brady Corbet (The Brutalist), mientras que Sean Baker (Anora) y James Mangold (A complete unknown) esperan una sorpresa que ahora mismo se antoja muy improbable.

Más abierta parece la pugna en la categoría de mejor actor protagonista, donde tres pesos pesados –Adrien Brody, por su papel de arquitecto traumatizado en The Brutalist; Ralph Fiennes, por su interpretación de un atribulado cardenal en Cónclave, y Thimotée Chalamet, por su apropiación del mismísimo Bob Dylan, canto incluido, en A complete unknown– están destinados a dirimirse la estatuilla. Un triunfo de Colman Domingo (segunda nominación consecutiva, esta vez por Las vidas de Sing Sing) o de Sebastian Stan (que en The apprentice encarna a Donald Trump, nada menos) se pagaría muy caro en las casas de apuestas.

¿La hora de Demi Moore?

En el apartado de mejor actriz protagonista, la principal rival de Karla Sofía Gascón será, sin duda, Demi Moore, cuya valiente labor en una película tan extrema como La sustancia está recogiendo los reconocimientos que Hollywood había negado a la estrella durante décadas. El quinteto de aspirantes lo completan Mikey Madison (Anora), Cynthia Erivo (Wicked) y la brasileña Fernanda Torres, que ya conquistó el Globo de Oro como intérprete dramática por su trabajo en Aún estoy aquí.

Emilia Pérez es la clarísima favorita a imponerse en el apartado de mejor película internacional (con 13 candidaturas, sería una sorpresa mayúscula que no se llevara este galardón y ni siquiera la trinominada Aún estoy aquí parece en condiciones de hacerle sombra), pero llama mucho la atención que se haya colado aquí entre las finalistas la cinta de dibujos letona Flow, que, por otra parte, puede romper la tradicional hegemonía de los grandes estudios en la categoría de mejor largometraje de animación, donde se medirá con Del revés 2 (la apuesta de Pixar), Robot salvaje (DreamWorks), la británica Wallace y Gromit: La venganza se sirve con plumas y la australiana Memorias de un caracol.

En las categorías consideradas técnicas, Dune: Parte 2 y Wicked se reparten el pastel, pero no hay que descartar que el Nosferatu de Robert Eggers, con tres nominaciones, acabe dando algún susto. Las respuestas, el 2 de marzo.