Los voluntarios que colaboran en la campaña de limpieza del río Gafos se felicitaban en este 2020 porque tras décadas de trabajo, por fin, el Gafos empezaba a recuperar sus mejor cara. Ayudaron las lluvias de agosto, así que ninguno esperaba que al participar en la limpieza simultánea que se llevó a cabo en todos los ríos de Galicia apareciese poco más que cristales y plásticos

La sorpresa fue localizar en pleno tramo urbano una antigua moa (muela, la parte superior del molino que tritura el grano) de unos 50 kilos de peso, muy posiblemente perteneciente a uno de los molinos cercanos que funcionaban en el río Gafos.

"Es la zona del puente de Rosalía de Castro", explica Xosé Manuel Feijoo, de Vaipolorío, "donde en su día hubo varios molinos, como el de Nores o el de Víctor Soler, en realidad el Gafos era una ribera de molinos y en este caso esta moa es una de las que del grano hacía haría".

Es uno de los que constata que, a pesar de la destrucción "todavía hay molinos en pie, el de Nores que en la actualidad es vivienda" y el patrimonio del Gafos empieza a emerger.

"Pasamos muchas veces por allí", señala, "pero ahora el río lleva poca agua y además de los que se dedican a limpiar tenemos voluntarios que son observadores y vieron que asomaba una piedra redonda en el río".

Los socios la retiraron en la mañana de ayer del lecho del río. Explican que "es una pieza que forma parte de la historia de la ciudad y que estamos muy satisfechos de recuperar".

La pieza ha sido depositada en el local de Vaipolorío. Sus custodios indican que "probablemente fue una pieza que se rompería o fue mejorada o la tiraron".

Semejante a ella, los socios y voluntarios de Vaipolorío han rescatado en los últimos años otros elementos del cauce "que conservamos y no nos importaría donarla, tenemos varias, como ras (que son el eje de los molinos de agua) o grilos. Cuando se recupere no nos importaría cederlos" en el marco de un futuro plan de recuperación.