Sea porque hemos visto los muebles de casa durante demasiado tiempo, o porque el fin del verano es una oportunidad para comenzar muchas cosas, entre las familias de Pontevedra se está viviendo un momento álgido de vaciado de viviendas y trasteros. Al igual que se empiezan colecciones en septiembre, muchos pontevedreses parecen haber elegido este mes para renovar los muebles de la salita, o para deshacerse de los trastos acumulados durante años.
Lo notan las empresas de mudanza y las de limpieza y vaciado de casas, como la Asociación Reto a la Esperanza, cuyo Rastro de la carretera de Vigo tiene este mes más movimiento del habitual.
Los alquileres también influyen en este movimiento estacional de muebles, ya que muchos propietarios quieren poner a punto sus pisos para acoger a inquilinos de larga duración, acabado el verano, así como estudiantes que recurren a los muebles de segunda mano o más económicos para acomodarse en sus habitaciones eventuales.
En el Rastro Reto Pontevedra tienen que recurrir en ocasiones a la lista de espera para acudir a vaciar un piso porque la demanda es alta. "Hay bastante trabajo", admite su director, si bien los trabajadores de la cooperativa ponen todo de su parte para sacarlo adelante en cuanto pueden.
Desde el centro ubicado en la carretera de Vigo N-550, a la altura de Vilaboa, la asociación realiza servicios de limpieza y vaciados, mudanzas (con una tarifa de 125 euros la hora), así como compra y venta de todo tipo de muebles y enseres de segunda mano, también ropa y calzado, cocinas, lavabos y hasta material de construcción aprovechable. Al margen de los vaciados y mudanzas, también ofrecen recogidas gratuitas de pequeños enseres y antigüedades.
