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Una recuperación que debe llegar hasta el subsuelo

El proceso de recuperación del suelo que ocupaba la antigua fábrica de Elnosa llegará también al subsuelo y deberá eliminar todos los focos de posible contaminación que pudieran quedar después de casi medio siglo de actividad fabril en esa zona.

De hecho, aunque inicialmente la pretensión de la empresa era la de limitar la recuperación del terreno a cota cero, desde Costas del Estado se conminó a la empresa a modificar el proyecto para que incluyese también la retirada de cimientos y otros elementos hundidos en el terreno, así como a eliminar cualquier foco de contaminación en el subsuelo, algo que incrementó también el coste de todo el proceso.

La fábrica de Elnosa cerró sus puertas en 2017 después de que una directiva de la Unión Europea prohibiese la producción de cloro utilizando tecnología de mercurio que es la que se usaba en la planta pontevedresa.

Aunque inicialmente se anunció una inversión para implantar la tecnología de membrana en esta fábrica de Pontevedra, las dudas con la continuidad de Elnosa en la concesión de Lourizán llevaron a la empresa Bondalti a pensar en Torrelavega como el punto en el que pasarían a producir el cloro con el que abastecen el mercado del noroeste peninsular.

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