Si el pasado martes regresaban a la actividad tras el cierre provocado por la pandemia las escuelas infantiles de carácter privado, ayer retomaron la actividad los centros públicos.

En Pontevedra son un total de 753 niños de entre cero y tres años que volvieron ayer a estos centros. Un total de 410 lo hicieron en Pontevedra, 77 en Poio, 99 en Marín, 54 en Cerdedo-Cotobade, 34 en Barro, 34 en Moraña, 29 en Ponte Caldelas y 16 en Campo Lameiro.

La actividad se retomó también entre fuertes protocolos para minimizar el riesgo de contagio. Por ejemplo, en muchas de las escuelas infantiles que ya comenzaron la actividad el martes se desinfecta cualquier material que dejen los padres para el cuidado del niño (pañales o biberones) y en este caso los progenitores no podrán dejar los carritos en los centros.

Extremar la higiene

Además, también se está más atento a la interacción entre ellos y se intensifican más los lavados de manos y medidas de higiene que ya se adoptaban anteriormente.

Asimismo, se les cambia el calzado al entrar a los pequeños y también se establecieron recorridos específicos de circulación en la mayoría de los centros para minimizar el riesgo de contagio. También se intenta que las llegadas y salidas de los padres que acuden a recoger a los niños se realicen de forma escalonada.