Ambiente animado ayer en el mercadillo de los sábados, que tuvo que cambiar su ubicación habitual en la calle Rafael Areses por Campolongo, concretamente, el paseo entre la parada de autobuses de la Praza de Galicia y la iglesia de San José.

En total, participaron 38 puestos, que, respetando todas las medidas de seguridad estipuladas, especialmente las referidas a las distancias y al uso obligatorio de la mascarilla, valoraron en general de una forma muy positiva este emplazamiento provisional.

"Queremos venir al centro porque aquí vendemos el doble", asegura una de las vendedoras, habitual del mercadillo pontevedrés.

"No es lo mismo este lugar que tener que cruzar el puente", asegura por su parte, Mari López, que llevaba años sin ir a la feria y que ayer, dando un paseo, se la encontró de forma casual. "Aquí puedes venir tanto por casualidad como a propósito, porque no te supone desviarte mucho. Es ideal. Hacía mucho que no venía", reconoce.

Pero si tanto los feriantes como los clientes fieles y los nuevos se muestran satisfechos, desde la Concellería de Promoción Económica también se apoya ese posible regreso al centro del histórico mercadillo pontevedrés.

"Fueron 38 puestos los que decidieron participar en esta ocasión, ya que hay algunos como los de venta de plantas, que en los meses de verano no suelen acudir", informó la concelleira de Promoción Económica, Yoya Blanco.

"Cumplieron estrictamente con todas las medidas de seguridad e higiene", destacó la socialista, que añadió que la jornada se había desarrollado sin ningún tipo de incidencia ni problema.

"Los feriantes nos han trasladado, en el marco de un espíritu optimista y después de todos estos días en los que las ventas habían bajado de forma importante en todo el comercio en general, que en esta ocasión habían repuntado por este cambio de ubicación", confirmó.

En esta línea, indicó que desde Promoción Económica seguirán trabajando en la idea de que "el sitio ideal para la feria ambulante es el centro de la ciudad".

Reconoce, eso sí, que el número habitual de puestos, algo más de 50, sería muy difícil que se pudiesen ubicar en esa zona de Campolongo. "Pero seguiremos trabajando para que en un futuro próximo puedan ir a esa u otra ubicación que se estudie en el centro", concluyó Yoya Blanco.