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Los okupas llegan a Salcedo y presumen de tener permiso

Ángeles Durán denuncia que 7 personas viven ilegalmente en la casa de su tío de 92 años y no puede hacer nada más que esperar

Ángeles Durán delante de la vivienda okupada. // Rafa Vázquez

Impotencia. Es lo que siente Ángeles Durán cuando ve la casa de su tío de 92 años okupada sin poder hacer nada al respecto. Esta vecina del lugar de A Ruibal, en la parroquia de Salcedo cuenta que desde hace un mes y medio varios okupas viven en la casa de su tío que, ya mayor, no reside allí. Se enteró hace unas semanas, y es que apunta que durante los primeros quince días todo estaba cerrado "a cal y canto" como siempre. Pasado ese tiempo comenzaron a hacer vida normal y la pescadera que regenta la zona le avisó de que había movimiento en la casa. Más tarde, se enteró por unos vecinos de que los habían visto saltando la verja de la casa.

Fue allí varias veces, comprobando que era cierto y en una de las ocasiones pudo hablar con dos de ellos. "Me dijeron que les habían dado permiso y que el dueño de la casa había fallecido e incluso me mostraron la llave de la cerradura que habían cambiado", cuenta Durán. Explica que lo decían con tal seguridad, que por un segundo llegó a dudar si aquello podía ser posible. Entonces lo puso en conocimiento de su tío e interpuso una denuncia. Hasta el lugar fue la Policía Nacional, que le explicaron que no podían hacer nada sin una orden judicial.

Esta vecina, que vive a pocos metros de la casa okupada, apunta que los cuerpos de seguridad "sabían perfectamente quienes eran", ya que supuestamente serían conocidos por este tipo de delitos.

Ángeles cuenta que comenzaron viviendo tres personas, y a día de hoy cuenta que son unas siete, más algunos perros encadenados junto a la puerta de entrada. Además denuncia que actúan sabiendo que van a estar allí por mucho tiempo y comenzaron a hacer "limpieza" de los bienes personales de su tío. En la finca junto a la casa se observa una montaña de papeles, ropa o muebles que han ido tirando por la ventana. "No es solo que alguien esté viviendo allí, son las formas, el coger con toda impunidad y tirar muebles o cualquier cosa que les estorba como si fuera su casa. Me parece ilógico que alguien pueda entrar así", explica.

"Le puede pasar a cualquiera, te vas unos días de tu casa y con que estén más de 48 horas dentro es más que suficiente, es que no te puedes ir con tranquilidad de tu casa. Porque el problema lo tengo yo, no ellos", denuncia en relación a que quien tiene que probar la propiedad de la casa es el titular. Algo que le ha costado a Durán más de un rompedero de cabeza, ya que toda la documentación estaba dentro de la casa okupada, que además fue la casa de sus abuelos.

Señala que dentro de la casa había dinero, una caja fuerte y una moto en un bajo al que también han accedido. Por último se queja de los gastos que esto le genera a nivel personal y que ni si quiera puede cortar la luz o el agua porque podrían denunciarla por acoso. Por lo que si no quiere estar tachada de morosa, le toca seguir pagando estos gastos.

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