Incertidumbre y reservas de última hora son la tónica general este año del sector hotelero en el municipio turístico por excelencia de la comarca pontevedresa: Sanxenxo.

La Covid-19 ha marcado no ya el mejor mes de julio a nivel climatológico de las últimas décadas, sino que va camino de dejar una profunda huella en el conjunto del verano. A falta de conocer los datos definitivos de ocupación del mes que acaba de concluir, que se harán públicos hoy, las previsiones para el de agosto, el más importante de la temporada alta, son de entre un 50 o un 60 por ciento. Y eso contando con que no vuelva a haber rebrotes por el coronavirus, que son los que están marcando el comportamiento de los viajeros.

"Los datos de ocupación para el mes de agosto no eran nada malos hasta hace unos días, pero se están cancelando reservas que habían sido hechas en julio. La tónica general es de incertidumbre y reservas de última hora. Es todo muy cambiante, porque, como contrapunto, hoy nos entró, por ejemplo, una reserva de diez días", explica Alfonso Martínez, presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo, CETS.

Lo que permite este tipo de decisiones de última hora, impensables cualquier otro verano en la localidad, es que "este año hay mucha más disponibilidad de alojamiento que otros", confiesa Martínez.

En este sentido, destaca que la clave es lo que ocurre en otros lugares, especialmente los de origen de los turistas, que pueden temer dar el paso de viajar.

En el caso de Galicia, además, se vio afectada de manera importante por el brote de A Mariña, en Lugo, ya que los turistas no distinguen el destino por zonas o provincias, sino como un conjunto o comunidad autónoma.

"Cuando surgió, tuvimos muchas anulaciones. Después, poco a poco, se fue estabilizando la cosa. Ahora, de nuevo estamos notando cancelaciones", resume el presidente del CETS.

El turista que, pese a todo, se ha animado a descansar en Sanxenxo, es uno fiel que repite año tras años, con las comunidades de Madrid, Asturias, Castilla y León y País Vasco a la cabeza.

En cuanto al viajero internacional, que había incrementado hasta un 10 por ciento su presencia en la última década en Sanxenxo, este verano ha caído aproximadamente un 20 por ciento. El país estrella es la vecina Portugal, "pero incluso este año se ven muchos menos".

Una de las cuestiones menos manejables por los establecimientos es la de poder realizar sus propias previsiones para que sus servicios sean impolutos. "Otros años podíamos hacer previsiones de compras, personal... pero este es imposible", reconoce Alfonso Martínez.

"Hoy por hoy, y hablo de impresiones, es de que habrá una ocupación en agosto de entre el 50 o el 60 por ciento. Pero todo dependerá, igual que ocurrió en julio, de la última hora", indica.

Pese a todos estos obstáculos, los esfuerzos de los hoteles y negocios similares están siendo titánicos por mantenerse abiertos. "Tenemos constancia de que el 99 por ciento de nuestros socios del CETS siguen con actividad", celebra el presidente del consorcio.

"Ahora lo que queda por ver es qué ocurrirá con la temporada, si se alarga hasta octubre o no, porque para nosotros el mes de septiembre también es clave ya que ha habido años en los que resultó ser mucho mejor que el de junio", concluye.

La familia

Si en los hoteles las reservas se produjeron, en su mayoría, a última hora, lo mismo ha ocurrido con las viviendas turísticas.

"Este es un año excepcional, con cancelaciones, rebrotes... la previsión para agosto es de un 76 o 77 por ciento", asegura Dulcinea Aguín, presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia, Aviturga.

También en este caso están pendientes de hacer públicos los datos definitivos de ocupación del reciente mes de julio, "en el que superamos las expectativas del 60 por ciento".

"Hoy, por ejemplo (por ayer), nos entraron reservas para el fin de semana. La gente este año ha querido estar en otro tipo de alojamiento, solos con sus familias y amigos. De hecho, donde tenemos las reservas más largas es en el casas con piscina en el rural, mientras que en el entorno urbano son estancias más cortas", resume.

Agosto ya ha comenzado y las previsiones meteorológicas dan un primer fin de semana soleado en buena parte en las Rías Baixas. La Covid-19 y el ánimo de la gente pora viajar tendrán el resto del protagonismo.