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Un año perdido para las agencias

"Esta semana he sacado 20 euros de beneficio" apunta una de las empresas

Érika Pena en la agencia de viajes que dirige. // Rafa Vázquez

"Hemos perdido todo el año". Esta es la realidad que viven las agencias de viajes. Lo explica bien Érika Pena, propietaria de Terra Viaxes: "No hemos perdido solo el tiempo que hemos estado parados, sino todo el año porque la gente reserva con antelación y ahora estoy devolviendo mi beneficio de una reserva que se hizo en enero para el mes de junio y si hablamos de Semana Santa nos remontamos al beneficio de 2019". Con esa cruda realidad estima que las reservas con respecto al pasado año son de un 80% o incluso un 90%.

El sector sobrevive como puede con escasas reservas que se han visto afectadas por el miedo a los rebrotes. Entre las pocas reservas que se están haciendo las preferencias son claramente el turismo nacional: Canarias, Tenerife y Baleares. Fuera de España pocos se atreven a viajar y apenas hay algunas reservas para Portugal, más allá es muy difícil que haya demanda e incluso oferta.

"A mediados de junio comencé a trabajar y estaba un poco animada porque comenzaban a llamar preguntando, pero desde hace unas semanas todo comenzó a bajar de nuevo", ejemplifica Pena. Las agencias señalan que, por un lado está el temor a los rebrotes, y por otro entienden que la economía está muy tocada y mucha gente se está reincorporando aún al trabajo y aún no tendrá vacaciones, a lo que se suma el miedo a viajar con un positivo en el avión

"Nosotros vivimos de paquetes vacacionales, hay muchas dudas sobre en qué países se exige cuarentena al viajar, llamas a las embajadas y ni si quiera ellos saben decírtelo", apunta esta trabajadora.

Sin garantías

Explican que es muy complicado vender con garantías porque ni si quiera ellos las tienen. Varias compañías habían planteado rutas directas estacionales que se están cancelando e incluso algunos hoteles están aún cerrados y tienen que reubicar a los clientes.

Desde el sector afirman que tienen miedo a hacer reservas de vuelos y que luego sean cancelados, sin poder asumir inmediatamente la devolución económica al clienta, ya que depende de la compañía. De hecho fuera del estado de alarma ya han sufrido ciertas cancelaciones a Madrid o Barcelona y temen que con nuevos rebrotes se produzcan más.

Con todo ello, además de las islas, las reservas que realizan son mayoritariamente de casas rurales. "Con eso no se sobrevive, estamos aguantando con las ayudas, no de lo que vendemos. Esta semana he sacado 20 euros de beneficio y la pasada 200. Si te sale una reserva de una semana es una suerte. El sector está muy tocado", resume Pena. "De momento prefiero no pensar en la posibilidad de cerrar, pero cuando terminen las ayudas si no vendemos vamos a cerrar todos. Estimo que con mis ahorros aguantaré un poco más, pero si el sector no se recupera aguantaremos hasta principios de año", sentencia.

En cuanto a las reservas para agosto o septiembre, aunque existentes son escasas, y es que señalan que se hacen reservas de última hora, con una semana de antelación como máximo.

Sobre el invierno prefieren no hablar aún ya que la demanda es tan baja que se han comenzado a cancelar vuelos y tampoco se atreven a ofertar los que aún siguen en pie ya que temen que ocurra lo mismo.

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