Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La herida mortal del Covid-19 al comercio local, que cae un 60%

La reactivación está siendo "timorata", indican los autónomos. La actividad económica en las tiendas creció un 12% con respecto al pasado mes, pero ni siquiera las rebajas y la temporada turística suponen un remonte

Numerosos negocios cerraron con la pandemia. // Rafa Vázquez

La pandemia está suponiendo una gigantesca prueba de estrés para el pequeño comercio y, en menor medida, para la hostelería. El más reciente estudio de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) estima que la caída de facturación llega en estos momentos en Pontevedra al 60% y que ni siquiera las rebajas han posibilitado un alivio. El horizonte no es más alentador y amenaza la supervivencia de un porcentaje importante de la actividad económica local.

"En la primera quincena de este mes de julio la caída de la facturación ha sido de un 60% si la comparamos con la que se produjo el pasado año por estas mismas fechas", detalla a FARO Eduardo Abad, presidente de la organización de autónomos. Ésta realiza un sondeo cada 15 días desde la reanudación de la actividad económica con la desescalada sobre el balance de resultados de comercio y hostelería, "que son el nudo gordiano de los autónomos en toda la provincia de Pontevedra, no solo en esta ciudad" recuerda.

¿Sorprende a la UPTA el desplome? "Lo cierto es que no", explica el presidente de los autónomos, "lo que ha pasado es que el mes pasado teníamos apenas un 30% de la facturación con respecto al año anterior, ahora se ha subido prácticamente un 12% sobre los resultados de junio, pero si la comparamos con el pasado año por estas mismas fechas vemos esos resultados, es mucho más baja, un desplome a mucho menos de la mitad de 2019".

Los datos no hacen más que "poner de manifiesto la situación por la que estamos pasando en Pontevedra", un efecto que, añade Eduardo Abad, además es desigual. "Con la llegada del verano, y el clima que estamos teniendo es absolutamente benigno y debería de favorecer mucho la afluencia de público a los establecimientos con rebajas, pero ni siquiera ellas han sido capaces de activar el consumo. Si uno pasea por cualquiera de las tiendas grandes o pequeñas de la ciudad ya se ve que no hay aglomeraciones en ningún sitio, no existe ese ánimo de compra que había el año pasado", señala.

El escenario comercial de la ciudad se ha transformado en meses por completo y en varias calles se suceden los carteles de bajos en alquiler y venta. "La situación es totalmente distinta", subraya el presidente de UPTA, con un consumo "totalmente contraído", un efecto que atribuye a que "el consumidor está a la expectativa de lo que pueda pasar y prefiere lógicamente plegar velas, prescindir de comprar artículos que en otras ocasiones sí habría comprado".

Se trata, añade, de una respuesta a la amenaza. "Ante ella la reacción de cualquier es la expectativa y el mantenerse estático, por lo tanto lo que pensábamos que iba a ser una activación del mercado del consumo en el verano es en realidad una activación timorata, muy flojita".

La salva parcialmente la afluencia de turismo. "Son turistas nacionales, sí se ven, pero también está siendo un turismo de escasa repercusión económica, sobre todo en el sector comercio" de Pontevedra, precisa Abad a la vista de las últimas encuestas a los autónomos de la ciudad.

En alimentación el panorama es ligeramente diferente. "En esta época siempre suben un poco las ventas y el sector de la alimentación, en la Plaza de Abastos, las tiendas de barrio y los propios supermercados, sí ha avanzado más que el resto del comercio".

Aún así, las ventas en el sector de la alimentación se han desplomado a la mitad en este mes de julio. Las facturaciones de los mercados y tiendas "han caído un 50%, algo que se ve no solo en Pontevedra sino en las demás plazas de la provincia, si uno iba esta semana a la de Vilagarcía veía gente, sí, pero mucha menos de la que había el año pasado".

Insiste en que no se trata de una impresión de la asociación que encabeza "sino que son los propios comerciantes los que te dan los datos y hacen ese balance, te cuentan una y otra vez que la gente consume menos, que está reaccionando con temeridad ante lo que pueda pasar en el futuro, sobre todo".

Un 20% de las tiendas, en riesgo de cerrar este año

Varón, de entre 45 y 58 años. Es el perfil mayoritario del autónomo en Pontevedra, que rebaja ligeramente su edad en el caso de las mujeres, en este caso entre 45 y 52. Se dedica fundamentalmente al sector de servicios (a la cabeza comercio y hostelería) y presenta "serias dificultades con la digitalización", una clave decisiva en el nuevo escenario del comercio.

"Tenemos autónomos en la mediana edad pero que sin embargo tienen el hándicap de las nuevas tecnologías", explica el presidente de UPTA, "su escasa digitalización".

La retracción del consumo y, en paralelo, el auge del comercio on line ponen en estos momentos en riesgo un 20% de las tiendas. "Nuestros estudios indican que ése es el porcentaje del comercio que desaparecerá antes de que finalice este año", lamenta Eduardo Abad.

Se trata, reconoce, de una cifra impresionante. "Son palabras mayores, sí, pero es el escenario real que estamos afrontando. Es una estimación a partir de que nos traslada el sector: aquí hay mucha gente que sigue con su negocio funcionando porque tiene la ayuda del cese de actividad que les está dando ese balón de oxígeno para continuar".

UPTA insiste en que "las ayudas no van a continuar per se, nos olvidamos que el estado somos todos nosotros, esto va a costar una millonada y lo vamos a pagar todos", de ahí que haya presentado al Gobierno una propuesta de recaudación de 80.0000 millones de euros.

Compartir el artículo

stats