En el barco trabajan 24 tripulantes, cinco hondureños y 19 españoles, incluidos unos 10 gallegos y otro poiense además de Miguel Montes.
El cocinero cree que en los próximos días podrán venir tripulantes a sustituir a los trabajadores que llevan más meses en el barco y espera que en las próximas semanas pueda volver a casa. Quienes lleguen al barco deberán realizarse un test para comprobar que no tienen Covid-19 y los que salgan lo harán de igual modo, por lo que espera no tener que hacer otra cuarentena. Aunque reconoce que sería bien distinto hacerla en casa que en el camarote.
Montes lleva trabajando como cocinero en barcos desde que se casó con 22 años. "Son muchos años en la mar y ya cansa, cuando nació mi hijo pequeño en septiembre, me fui en octubre y no volví hasta marzo y cuando lo vi flipé", comenta. "Por lo menos ahora con la tecnología estás más al tanto de todo, los ves, os mandáis fotos? Ganas de verlos siempre se tiene, pero llega un momento que esto cansa, porque tiene todo su límite", reflexiona.
Calcula que lleva 30 años en el mar, en esta campaña ha cumplido 53 años y calcula, dependiendo de las circunstancias, no deben quedarle muchos años más de estar lejos de casa. Mientras llega ese momento piensa en volver y poder recuperar toda la movilidad en la articulación de los dedos.
