El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, recorrió ayer un tramo del Camino Portugués en Pontevedra, un gesto con el que quiso lanzar un mensaje de "tranquilidad" al sector turístico y, especialmente, a los votantes de cara al próximo 12 de julio. Al pedir el voto para el actual presidente de la Xunta y candidato a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, lo señaló como "un paraguas en el que todos se pueden cobijar".

La vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor, el líder del PP en la provincia y vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, encabezaron la larga nómina de dirigentes populares que acompañó a Pablo Casado en su recorrido, un paseo en el que posó una y otra vez para los selfies con simpatizantes y chocó numerosos codos.

También tuvo oportunidad de conversar con militantes, con los que insistió, como haría momentos después ante los medios, en la importancia de movilizar el voto el 12-J y que "nadie se quede sin decidir qué quiere para el futuro de Galicia".

Si Alfonso Rueda, cuyo departamento coordina los protocolos ligados a las elecciones, insistió en la "seguridad" de las votaciones y en que el próximo día 12 los gallegos pueden votar "con toda la libertad", Casado subrayó que los colegios electorales "van a tener todas las medidas de seguridad".