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La selectividad más anómala y los mismos nervios

Dos desinfecciones diarias de aulas y tres de baños o una mini cuarentena para los exámenes, entre las medidas de seguridad

El pabellón de Ciencias do Deporte, habilitado como sede de las pruebas de selectividad. // Rafa Vázquez

Alrededor de 850 alumnos en Pontevedra y 160 en Marín se enfrentarán a partir del próximo martes a la selectividad, la actual Avaliación de Bacharelato para o acceso á Universidade (ABAU), para la que cientos de estudiantes ultiman los repasos. La cita arrancará el próximo martes, día 7, a las 9 horas en las tres sedes habituales de la ciudad del Lérez, las facultades de Ciencias Sociais, Enxeñaría Forestal y Ciencias da Educación e do Deporte, si bien con la incorporación de nuevos espacios que se estrenan como aulas de exámenes.

El distanciamiento ha sido el gran reto de la comisión formada por las tres universidades. Luis Muñoz, que encabeza estos equipos en las provincias de Pontevedra y Ourense, explica a FARO que cumplir con el protocolo de separación "ha sido el gran problema" para la organización, ya que "donde antes cabían del orden de 50 alumnos en posición de examen ahora caben 20".

Sobre el terreno, los protocolos suponen "aumentar a más del doble" la superficie para las pruebas, lo que en Pontevedra ha implicado sumar tres espacios en Ciencias do Deporte, entre ellos el pabellón de la facultad, a fin de garantizar las distancias de seguridad.

Uso de mascarillas, de gel hidroalcohólico o poder entrar solo una mochila de la que el alumno tiene que hacerse cargo en todo momento son otros de los requisitos para la realización de las pruebas.

Menor problema ha supuesto el diseño de los itinerarios de entrada y salida "porque los estudiantes no se van a cruzar, supone menos problema que la ubicación porque es una actividad más dinámica", señala en el este punto el responsable de la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG)

Más novedades: se acabaron los comentarios en los baños, en los que además de mantener de las distancias se realizarán tres limpiezas especiales a lo largo del día, que se reducirán a dos en el caso de las aulas, una al mediodía y otra antes de empezar los exámenes de la tarde.

Las 23 comisiones que Pontevedra y Ourense para la celebración de la selectividad 2020 han asumido el reto de organizar la edición más atípica. Y dentro de ellas, la de la Once de nuevo ha de afrontar desafíos específicos ligados a las especiales características de sus alumnos. "Unos presentan discapacidades visuales, otros de tipo sensorial o de movilidad", señala Luis Muñoz.

Las necesidades son tan diversas que el propio presidente de la CIUG acompañó esta semana el traslado de "una mesa especial que necesita un alumno que tiene una discapacidad, un equipamiento que no había en Pontevedra y que trajimos desde Ourense".

Una vez realizados, los profesores recibirán los exámenes y los corregirán tras pasar una mini cuarentena de 24 horas "por si hubiesen tocado una superficie contaminada evitar riesgos", explica el docente.

En el sur de Galicia supervisarán los exámenes unos 200 profesores, que constatan que "los estudiantes quizás tienen hoy menos presión para superar la selectividad que generaciones anteriores, pero con todo siguen teniendo nervios, es un paso difícil y tras un curso que ha sido también muy raro".

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