Los vecinos de la parroquia pontevedresa de Cerponzóns quisieron celebrar el tradicional Corpus elaborando alfombras florales ante la iglesia. El resultado, tras un intenso trabajo desde temprano por la mañana de ayer domingo, fueron varios y hermosos tapices sobre el suelo creados con flores y ramas.

La iniciativa, que congregó a un grupo de personas, tanto adultos como niños, de la parroquia, partió del Grupo Alfombras Florales San Vicente de Cerponzóns, que no quiso "dejar en blanco este año" y optó porque la tradición siguiese adelante pese al Covid-19, que ya bastante ha marcado el 2020.

En todo caso, y respetando las medidas de seguridad aconsejadas por las autoridades sanitarias, el colectivo realizó un llamamiento a través de los medios de comunicación y las redes sociales en el que pidió al vecindario una aportación de material para poder dar forma a las alfombras. Después, fue un grupo de voluntarios el encargado de plasmar el diseño sobre el empedrado ante el templo parroquial. "Es una forma de dar continuidad a tantos años de la realización de las alfombras y de esta forma mantener nuestra tradición", destacan los participantes.

Patrimonio inmaterial

Pero la parroquia no solo celebró ayer el Corpus Christi con alfombras. Además, tres campaneros acompañaron a solemnidad la celebración con toques y repiques propios del Corpus.

La misa tuvo lugar a mediodía y fue el punto de reunión de los vecinos, que pudieron admirar el trabajo realizado por el grupo de voluntarios desde bien temprano por la mañana.

Junto con las alfombras florales, realizadas desde hace 39 años consecutivos, el toque manual de campanas es otra de las costumbres inmemoriales de Cerponzóns. "Con esta actividad se busca la preservación y valoración del toque de campanas manual y apoyar una idea de unidad cultural múltiple basada en un patrimonio cultural diverso: inmueble (campanario) mueble (campanas) e inmaterial (su preservación mediante el toque manual por campaneros que interpreten sus diferentes lenguajes sonoros)", destaca la Asociación de Veciños O Chedeiro de Cerponzóns.

De hecho, el colectivo vecinal continúa apoyando la campaña para que el toque manual de campanas sea reconocido como Patrimonio Inmaterial por la UNESCO.

De hecho, el Consejo de Ministros de España así lo declaró en abril del año pasado. "Se trata de un lenguaje sonoro que ha funcionado a lo largo de los siglos como un medio de comunicación: cumple las funciones sociales de informar, coordinar, delimitar el territorio y proteger", indicó entonces.