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Reabren las históricas tabernas de Pontevedra

Históricos bares del casco histórico como "As Reixas" o "La Navarra" y cafeterías como el "Blanco y Negro" abren sus puertas tras casi tres meses cerrados por la pandemia. La recuperación del uso de la barra ha sido decisiva para los negocios, de clientela fiel desde hace décadas

Si de algo puede presumir Pontevedra es de contar con tabernas y cafeterías de "toda la vida". Entre sus paredes, sobre sus mesas y en sus barras se ha gestado parte de la historia de la Boa Vila, como mínimo la social. La fase 3 de la desescalada ha permitido que muchas de ellas, que permanecían cerradas desde el pasado 13 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma por el coronavirus, hayan regresado a la actividad. Ayer fue un día de fiesta tanto para sus responsables como para los clientes, fieles desde hace décadas.

A ningún viandante la pasaría desapercibido el ambiente animado que había a golpe de lunes en el bar "As Reixas", en la calle Isabel II, en pleno corazón del casco histórico pontevedrés. Tras casi tres largos meses, las "chiquitas" regresaron a la histórica taberna, abierta desde la década de los 60. Al frente, la heredera del negocio por parte paterna, Queta, que acompañada por su marido Pepe recibió con alegría a la clientela, deseosa tanto por tomarse un buen vino gallego como por disfrutar de las charlas que se generan en este tipo de negocios cercanos con los vecinos de Pontevedra.

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"Echábamos mucho de menos a la gente; si ellos están contentos, nosotros también, y mucho", asegura la propietaria, que en ese momento se afana en limpiar uno de los barriles que sirven de mesa con un conocido producto desinfectante.

Era conocedora de las ganas que la clientela tenía de volver por el local, ya que tanto ella como su marido recibían mensajes de WhatsApp pregúntales por la fecha de reapertura. "Esperamos hasta ahora porque una taberna que no puede hacer uso de la barra no tiene sentido", aclara.

Muchos de los clientes optan por usar la mascarilla incluso dentro del local, aunque no es obligatorio cuando se está consumiendo, y solo se la apartan cuando van a beber.

Además, en "As Reixas" todavía mantienen a día de hoy la llamada "taza turca", el retrete consistente en un orificio en el suelo que evita todo tipo de contacto de la piel de las personas a la hora de hacer sus necesidades. La dueña presume de él: "Te aseguro que no existe un baño más limpio y seguro que este".

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Vuelven los vinos a las históricas tabernas de Pontevedra

Sirviendo vino desde 1925

A pocos metros se encuentra un bar que nació en 1925 y que ha pasado de una generación a otra de la familia hasta la actualidad, superando los 90 años de antigüedad, "La Navarra".

Rafa Fernández, el actual encargado, asegura que "en algún momento había que empezar". "Sobre todo porque ya por la calle no podías caminar ni pasear sin que te preguntasen cuándo abrías", bromea señalando a algunos de los clientes que se encuentran en ese momento en el interior disfrutando e un buen vino. "Muchos son clientes de toda la vida, llevan décadas viniendo", celebra.

Tres de los empleados de la taberna han estado en ERTE hasta ahora. Con la entrada en la fase 3 se incorporará uno y en el mes de julio está previsto que otro.

"La Navarra" cuenta con una buena barra, de ahí que sus dueños decidiesen reabrir el negocio en este momento, para que pueda ser usada. Además, sus mesas son largas, para compartir, algo incompatible con las medidas de las primeras fases de la desescalada relativas a los negocios de hostelería. Ahora que ya se ha incrementado la afluencia en el interior, la taberna ya puede recuperar parte de su rentabilidad.

Un café en las Palmeras

Otro de los emblemáticos negocios que ayer recuperó su actividad fue la cafetería "Blanco y Negro", en el parque de Las Palmeras de Pontevedra. Inaugurado en 1947, es la primera vez que permanece cerrado tanto tiempo. "Estábamos esperando a que hubiera ambiente", asegura uno de los camareros.

Reconoce que sus clientes "estaban esperando" por este momento. "Por ahora está la cosa tranquila, porque no vienen aún los funcionarios: profesores, personal de la Diputación, de Defensa...", afirma.

En todo caso, ha sido un importante paso que contribuye a que la hostelería pontevedresa complete su proceso de regreso a la actividad económica, una buena noticia para el conjunto de Pontevedra.

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