La pandemia del coronavirus ha dejado más desprotegidos que nunca a los consumidores. Tanto es así que las consultas de los de Pontevedra en diferentes ámbitos se han duplicado respecto a antes de que se decretase el estado de alarma. En la Asociación de Consumidores y Usuarios Rías Baixas reconocen que el volumen de llamadas que han recibido en las últimas semanas ha ido "in crescendo" y que se materializarán en reclamaciones en cuanto concluya la crisis sanitaria. El primer puesto han dejado de ser las entidades bancarias y las empresas de telecomunicaciones, que en esta situación atípica han dado paso al sector de los viajes, con las aerolíneas a la cabeza.

Los pontevedreses son comprensivos con las consecuencias de la pandemia del Covid-19, pero no quieren ser engañados ni sentirse estafados. Así lo constatan en la asociación "Rías Baixas". La técnica en consumo María Álvarez explica que esta misma semana han abierto sus puertas a su sede física en el edificio de la Xunta en la calle Benito Corbal, pero que "para no dejar desasistida a la gente" han estado hasta ahora disponibles vía telefónica y correo electrónico.

"Las preguntas estos meses han sido muchísimas y variadas. La gente estaba muy preocupada y, lo que es peor, muy desinformada", reconoce.

Las consultas de las primeras semanas una vez que comenzó el confinamiento y cerraron los establecimientos al público se referían a los períodos de devolución o cambios de productos y servicios. "Se les informó de que los plazos se interrumpían con el estado de alarma, y lo mismo con los pedidos on line".

Otra de las cuestiones de preocupación fueron las referidas a los servicios que abonaban mensualmente y que ya no podían disfrutar, como gimnasios o academias. "Nadie se había puesto en contacto con las personas para ofrecerles anular las cuotas. En el caso del gimnasio, por ejemplo, es imposible seguirlo on line, así que les dijimos que tenían que llegar a un acuerdo con la empresa y solicitar la devolución de los meses que no habían podido disfrutar o prorrogarlas para el futuro", indica María Álvarez.

El ámbito laboral también generó numerosas consultas en "Rías Baixas", sobre todo las referidas a los ERTE o las cuotas de autónomos. "Eran cuestiones más críticas, referidas al miedo de que les cortasen suministros básicos como la electricidad o el agua o qué pasaría si no pagaban la factura telefónica. Les tranquilizamos asegurándoles que estaban garantizados y que en esta ocasión también se consideraron básicos el teléfono e internet", asegura.

Las aerolíneas

"La consulta del millón ha sido la de los viajes, sobre todo las referidas en exclusiva a las compañías aéreas", subraya la técnica en Consumo.

"Las aerolíneas tienen que devolver el importe íntegro del vuelo cancelado en un plazo de 60 días desde que se reclama y dependerá del consumidor si quiere que se le cambie por otro vuelo", matiza.

En este sentido afirma que "son las compañías aéreas las que tienen que ponerse en contacto con el consumidor". "Lo están haciendo, pero solo para ofrecerte un bono sustitutivo del importe", se lamenta.

El lío de los combinados

En cuanto a los viajes combinados, a través de agencias, celebra que con el real decreto 11/2020, de 31 de marzo el Gobierno central "se ha puesto un poco las pilas". "En este sentido hemos querido tranquilizar a la gente de que no los va a perder. Hay que entender que si a las agencias de viajes los proveedores no les han pagado, ellos tampoco pueden devolver ese dinero", aclara la experta en consumo de la asociación pontevedresa.

"En esos casos te dan un bono de un año y si tú no quieres viajar en ese período de tiempo, puedes solicitar el dinero", añade.

María Álvarez explica que en este ámbito en general hay "una laguna normativa". "Aquí funciona una normativa europea en lo referido a las aerolíneas y después está este real decreto para los viajes combinados, casos en los que recomendamos a los consumidores que soliciten un aval bancario porque no se sabe si la agencia en la que lo compró estará abierta todavía el año que viene. Tiene que haber una entidad financiera o aseguradora que avale", resume.

La pesadilla de los bancos

Respecto a los bancos y compañías de suministros, María Álvarez critica que no hayan cumplido la normativa que impedía hacer ofertas en época de pandemia. "Los bancos, por ejemplo, están funcionando muy mal. No puede ser que los usuarios vayan a su oficina bancaria y tengan que estar esperando varias horas en la calle para entrar, como está ocurriendo. Si los supermercados están abiertos y otro tipo de negocios también, ellos deben funcionar correctamente", concluye María Álvarez.