En verdad resulta sorprendente y descorazonador comprobar que una gestora de bienes públicos, tan transversales como son los recursos sanitarios, se entretenga en un cuerpo a cuerpo individualizado contra cada uno de los ciudadanos que ejerciendo su libertad de opinión manifiestan críticas a su gestión, y con el único fin de autoafirmarse negando lo que el espejo social le devuelve.

Empezando por el final de su doliente diatriba, le despejamos su duda en cuánto a quien valora la gestión sindical. Esto es de primero de principios de democracia: lo valoran los electores cuando periódicamente emiten su opinión a través del voto sobre las diferentes trayectorias de sindicatos que concurren a presentar sus nuevos proyectos y a asumir la ponderación que se haga de lo que han venido realizando. En esto ya hay una diferencia con su trayectoria que sólo depende de las afinidades electivas del dedo que la nombre.

La enumeración de titulares de periódico, como la puesta en marcha de determinadas técnicas (que si EBUS, nueva RM, ergoespirometrÍas...) es un intento de esconder la realidad detrás del brillo del titular. Lo cierto es que la renovación de esos equipos no es un mérito, sino la reparación de una inequidad histórica de nuestra área sanitaria con respecto a otras. Y la existencia de esos recursos materiales de nada vale si no va emparejada a la dotación adecuada de los recursos en personal especializado en su uso (facultativos, DUE, Técnicos) y esto es notorio que no se ha producido.

La climatización de salas del Hospital Provincial (que no su refrigeración) ha seguido también una implementación errática afectando sólo a unas unidades de hospitalización y excluyendo a otras de al menos igual y perentoria necesidad, sin motivación, ni compromiso temporal para completarlo.

Es brillante el intento de investirse como causa y efecto de un supuesto éxito de la Campaña de la Gripe, como si eso no tuviere que ver con la virulencia de las cepas circulantes cada año y la eficacia de las vacunas estacionales propuestas por los organismos supranacionales de vigilancia de dicha pandemia.

En lo que depende de la gestión de usted, por ejemplo, evitar el colapso de los servicios de urgencias y de los circuitos asistenciales intra y extrahospitalarios, la hemeroteca, como usted dice, deja claro el rotundo fracaso que un año tras otro cosecha.

Y en cuanto a la gestión del Covid, ¿de verdad nos quiere escamotear que ese supuesto éxito no se debe a la capacidad de los trabajadores sanitarios, que han sabido sobreponerse y suplir las carencias de recursos que nuestra área, como otras sin duda, han padecido?

Falta de EPI en la fase más dura de la pandemia, uso de mascarillas supuestamente FFP2 que ni se acercaban a ese estándar, trabas por parte del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales (actuando de escudero del Gestor sobre la debida prevalencia del usuario de los servicios asistenciales), al uso juicioso de medios de protección y al uso juicioso y necesario de medios diagnósticos como las PCR virales o los test serológicos.

Lo cierto es que usted se ha escondido tras sucesivas capas de comisiones ad hoc, en las que incluso las discrepancias entre los comisionados eran resueltas añadiendo nuevos niveles de intermediarios que llevaron incluso a que la gestión del día a día tuviera que ser encomendada al responsable del servicio de Digestivo, que no es por desmerecerlo ante niveles a priori mejor instruidos en una patologÍa infecciosa/inflamatoria.

Sería de agradecer que mantuviese cierta mesura y humildad en la defensa de su gestión, y al menos que refrenase su tendencia a la respuesta inmediata y emocionalmente iracunda del primer impulso.

*CESM, Co.Bas y Prosagap