Desde el pasado 13 de marzo las mariscadoras de la ría de Pontevedra no habían vuelto a la faena. Estaba previsto que lo hicieran ayer, pero no fue posible. Las muestras tomadas en los cultivos en la jornada anterior arrojaron un resultado negativo por presencia de toxina, por lo que la Consellería do Mar decretó un cierre cautelar de esta zona 5, en la que faenan las mariscadoras de Pontevedra.
Por tratarse de un cierre cautelar y no definitivo podrán seguir tomando muestras para volver a la playa en cuanto el resultado sea positivo.
Así, hoy tomarán un nuevo análisis para enviarlo al laboratorio y ver cómo evoluciona la toxina. Será la vía para decidir si se puede volver o no a la faena. Un resultado positivo será la forma de realizar una extracción con garantías y de no perder una jornada de faena.
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Al no poder ir a la playa, las agrupaciones de la ría decidían ayer si dejar pasar esta semana para que la situación se estabilice. En caso de que las nuevas muestras sean satisfactorias podrán volver al trabajo con garantías la próxima semana.
Por otra parte, la zona 4 para el marisqueo a flote sí está abierta, por lo que este sector de las agrupaciones ya está yendo a faenar prácticamente desde mediados de mayo. También han enviado muestras, que han resultado positivas.
Escasa demanda
En todo caso la demanda del producto sigue siendo pequeña, porque la mayor parte de la hostelería y restauración continúa cerrada o trabaja con pequeñas cantidades, por lo que las mariscadoras volverán a faenar "prácticamente a demanda", como explica la patrona mayor de Lourizán, María del Carmen Vázquez Nores. Es la vía para retomar la actividad con garantías.
Además, las agrupaciones deben adaptarse a las nuevas normas de seguridad e higiene el trabajo, incorporando los protocolos anti covid-19, que será otra labor a añadir a la faena diaria. Estos protocolos de contención de la pandemia influirán también sobre el número de personas que pueden juntarse en los diferentes procesos de la extracción.
La demanda del mercado es uno de los factores más importantes a tener en cuenta para el regreso de las mariscadoras a la playa, ya que si la demanda es pequeña podrán volver pocas al trabajo. En todo caso, desde las agrupaciones creen que la mayoría de las mariscadoras no quiere volver a faenar todavía, porque la extracción será necesariamente escasa, con lo que la jornada de trabajo no compensa, cuando actualmente están percibiendo la ayuda correspondiente al parón de la actividad obligado por el estado de alarma.
Retomar la actividad
Las agrupaciones entienden que es necesario volver a la faena, tanto para recuperar la actividad "aunque sea poco a poco", como para evitar que este mercado sea absorbido por agrupaciones foráneas, que no han dejado de vender marisco en el mercado local durante el cierre motivado por la actual pandemia.
"Vemos que tenemos que hacerlo al menos por nosotras, por la cofradía, por la lonja y por el mercado", explica Vázquez Nores. El objetivo es "seguir ahí", aunque el volumen de negocio sea pequeño. Para el regreso a la playa de forma ordenada -aunque por ahora no ha podido ser-, se han estudiado vías como organizar pequeños grupos por orden alfabético, pero finalmente no hubo acuerdo sobre esto, por lo que finalmente se ha abierto la faena con normalidad, para ver cuántas trabajadoras acuden a la playa. Lo harán la próxima semana, si el resultado de los análisis de los cultivos es positivo.
