Vía libre a la conexión de los edificios centrales del Museo de Pontevedra mediante un gran sótano. Los resultados del estudio geotécnico realizado por la empresa Galaicontrol para garantizar la viabilidad de la obra confirman que es posible técnicamente. Los ensayos de campo garantizan que el terreno es favorable para la realización del proyecto tanto por su tipología como por no ser "colapsable ni expansivo", entre otros aspectos.

Las conclusiones del informe solicitado por la Diputación Provincial indican que en los sondeos se certificó que se trata de un suelo de relleno: granítico y de hormigón en los primeros metros de profundidad y de áreas limosas pero compactas entre los 6,60 y los 9,70 metros. Además, se encontró agua a un nivel de 8 y 10 metros por lo que se recomienda algún sistema de drenaje y una buena impermeabilización de los muros de futuro sótano.

El estudio geológico también subraya que no es preciso adoptar medidas especiales en la ejecución de las estructuras y tampoco respecto a un posible colapso o derrumbe. Se puede realizar la excavación con medios convencionales, es decir, con potentes excavadoras.

Una vez conocido el resultado positivo de las prospecciones en los perfiles exteriores de los edificios Castro Monteagudo, García Flórez y Fernández López, así como de los espacios públicos existentes entre ellos, se habre el camino para la redacción del proyecto definitivo.

La construcción de un sótano que uniese los tres edificios centrales del Museo es, según defiente el vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, la mejor alternativa para solucionar los problemas de espacio y accesibilidad de los inmuebles de la institución, ya que se crean 1.900 metros más de superficie construida en dos niveles de sótano y se gana funcionalidad al redistribuir los 1.945 metros de superficie actual.

Como el Louvre

El arquitecto y asesor provincial Jesús Fole fue el autor de la propuesta de rehabilitación, que está inspirada en la solución adoptada por el Louvre en París. Una vez rehabilitado el conjunto de edificios en el entorno de la plaza de A Leña, el publico entrará a través de un acceso único por los sportales inferiores del edificio Fernández López, en nivel 0, hacia una zona de 250 metros cuadrados. Luego podrá pasar al sótano -1, que será compartido entre los edificios Castro Monteagudo y Fernández López y después bajar al -2, compartido entre las sedes de García Flórez y Castro Monteagudo. Estas plantas estarán comunicadas con un ascensor que se construirá en la torre del edificio Castro Monteagudo, por donde se llegará a un nuevo mirador en donde se observarán los campanarios de Santa María y San Bartolomé.