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Las facilidades de la fase 2 solo animan a abrir al 40 por ciento de la hostelería local

La limitación de aforo y la separación de dos metros entre mesas hacen que la apertura no sea rentable para los pequeños locales -"Algunos abren para recordar que están ahí"

Terrazas de bares en el centro histórico de Pontevedra a mediodía de ayer. // Rafa Vázquez

Las ventajas que la fase 2 de la desescalada ofrece a la hostelería no animan demasiado a los profesionales del sector, que en Pontevedra solo llevará a abrir a un 40 por ciento de los negocios, según las previsiones de la Asociación de Hosteleros Empresarios de Pontevedra (Hoempo).

"Al abrirse un poco las medidas de confinamiento los profesionales se van a atreviendo a recuperar algo de actividad, pero a nadie se le escapa que para un pequeño local, con pocas mesas, abrir con un 40 por ciento del aforo sigue sin ser rentable; las consumiciones que se tomen en unas pocas mesas no compensan los gastos que conlleva abrir cada día un negocio", explica Víctor Pampín, presidente de Hoempo.

"El pensamiento generalizado de los empresarios es que no van a abrir tampoco en esta fase dos, con excepciones por supuesto, porque hay quien se animará igualmente, aunque solo sea para recordar que siguen ahí", explica este hostelero.

El aforo del 40 por ciento en el interior de los locales que permite la fase 2, con la imposibilidad de servir en las barras, tampoco compensará a los pequeños establecimientos -que son la mayoría- dado que en la práctica supondrá abrir al público muy pocas mesas. "A los establecimientos grandes sí les interesa abrir, por supuesto, pero a una gran mayoría, que son pequeños, no están muy por la labor de volver a la actividad", asegura Pampín.

En la fase 2 de desescalada que mañana comienza se introducen cambios importantes respecto a la anterior fase. Hasta ahora solo se permitían abrir las terrazas, también limitadas, pero desde mañana también se podrá consumir dentro de los locales, con un máximo de aforo del 40%. No se podrá atender en la barra.

Según la norma comunicada a bares y restaurantes para esta fase del desconfinamiento, las mesas abiertas dentro del local deberán estar a una distancia de dos metros entre los clientes, lo que en muchos negocios de Pontevedra limita ampliamente la posibilidad de instalar mesas. Por el momento seguirá prohibido el uso de cartas de papel, así como servilleteros, aceiteras y otros útiles.

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