El Concello de Ponte Caldelas llevó a cabo ayer las máximas precauciones para la celebración de la feria que regresó a la villa.
A esta primera jornada de mercadillo desde la entrada en el estado de alarma, sólo pudieron instalarse en el entorno de la Alameda 12 puestos de alimentación y de productos de la huerta, del cerca de centenar que había habitualmente.
El recinto estaba delimitado por vallas con control de acceso y aforo, para mantener las medidas de seguridad.