Ninguna de las tres residencias de la tercera edad de la ciudad de Pontevedra registró ningún caso ni de contagio ni de fallecimiento por covid-19. Una circunstancia que el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, quiso agradecer personalmente a las directoras de estos centros, porque según aseguró "estas cosas no son casualidad, tienen mucho que ver con la profesionalidad, con mantener las medidas de seguridad y con estar en contacto con la gerencia del área sanitaria de Pontevedra desde el primer momento, para el intercambio de información y de impresiones para tomar las mejores medidas posibles".
El alcalde y la concejala Carme Fouces mantuvieron un encuentro con Rocío Pidre y Concha Ocampo, directora y doctora de la Residencia Soremay respectivamente, María Teresa Caneda Triñanes, directora-administradora de la Residencia de mayores de Campolongo, y Lucía Saborido, directora de la Residencia Saraiva para, además de felicitarlas por el trabajo y por el esfuerzo, ofrecer la colaboración del Concello en la desescalada de las personas confinadas en estos tres centros de mayores.
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Con la entrada en vigor de la Fase 2, previsiblemente a partir de la próxima semana, desde las residencias se comenzará paulatinamente a permitir salidas de las personas residentes. Ante este escenario, el alcalde comprometió la colaboración del Concello de Pontevedra en dos aspectos: en un mayor cuidado e incidencia en la limpieza y desinfección de las cercanías de las residencias y apoyo en cuestiones de seguridad, a través de Protección Civil o Policía Local, para garantizar las distancias de seguridad en el espacio público de los entornos de los centros.
Además, el alcalde hizo un llamamiento a la ciudadanía "para que tengan en cuenta que van a salir las personas de las residencias al espacio público, que lo han merecido después de dos meses y medio, y que lo tengan en consideración".
Miguel Anxo Fernández Lores volvió a recordar que el área sanitaria de Pontevedra tuvo un porcentaje más bajo que otras zonas en cuanto a incidencia de covid-19 y que esto es debido al trabajo de los profesionales, de las Administraciones competentes y al "comportamiento exquisito de una gradísima mayoría de la población que mantuvo las normas".
María Teresa Caneda, Rocío Pidre y Lucía Saborido, por su parte, coincidieron en señalar la importancia del compromiso y del trabajo responsable de sus equipos profesionales. "Al principio fue una locura, con mucho miedo e incertidumbre, pero lo más importante para conseguir que no hubiera ningún contagio fue el esfuerzo grandísimo de nuestro personal, con una disposición de trabajo y con una responsabilidad personal por su parte extraordinaria" aseguró María Teresa Caneda.
En otro aspecto en el que también coincidieron fue en el comportamiento de las personas residentes ante todos los cambios llevados a cabo para mantener las medidas de seguridad. Rocío Pidre quiso poner en valor su "paciencia y sentido del humor" a pesar de tener que "adaparse a todos estos cambios, porque reestructuramos de arriba abajo el funcionamiento de la residencia para que el contacto sea mínimo y aun así conservan la sonrisa". También el papel de las familias fue mencionado por su comprensión y apoyo en cuanto se suspendieron las visitas para garantizar la seguridad y minimizar riesgo de contagio.
Por último, también tuvieron palabras de agradecimiento para las personas reponsables del área sanitaria, en palabras de Lucía Saborido "el contacto con la gerencia del área sanitaria, las reuniones que tuvimos, el apoyo y la coordinación fue una de las piezas claves para que haya funcionado todo muy bien".
En la actualidad a Residencia de mayores de Campolongo tiene 95 residentes, la Residencia Soremay tiene 82 y la Residencia Saraiva 38.
