El pequeño Teo espera impaciente la llegada de su hermana Xela. A su madre, Liliana Puga, el estado de alarma la sorprendió en el segundo trimestre del embarazo y tras casi dos meses sin poder salir de casa cuenta que lo que más agradeció su cuerpo fue poder pasear al aire libre.
"La cuarentena reconozco que en mi caso la llevé un poco mal; lo peor para mí fue el no poder moverme. Noto mucha diferencia del primer al segundo embarazo, porque ya solo el hecho de poder salir a pasear hace mucho y yo, por ejemplo, iba a nadar y de repente tuve que dejarlo, y aunque me movía por casa no es lo mismo. De hecho, me noto mucho más cansada, con más problemas de circulación en las piernas... Y todo eso sumado al estrés que conlleva tener a un niño pequeño en casa tanto tiempo", cuenta esta pontevedresa.
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Si bien desde el Sergas no le fue facilitada ninguna información relacionada con el virus y el embarazo, a la hora de realizarle el seguimiento médico, en el caso de Liliana Puga las consultas se las mantuvieron, también la ecografía y la prueba de la glucosa, aunque, según explica, "ahora se hacen con muchísimas medidas de seguridad: no somos tantas en la sala de espera, al padre no le permiten pasar a ver la ecografía, vamos con mascarilla y nos facilitan gel hidroalcohólico".
Su experiencia en el primer parto fue buena y por eso, a pesar de que las circunstancias han cambiado en los hospitales, Puga comenta que "en este sentido, estoy bastante tranquila porque sé que se toman las medidas preventivas adecuadas, aunque reconozco que lo que me da miedo es que me hagan la prueba y resulte positivo, porque no me gustaría tener que separarme del bebé"
En una situación similar a la de Liliana se encuentra Beatriz Rodríguez, otra pontevedresa a la que el inicio de la pandemia la sorprendió a finales del primer trimestre: "Sendo traballadora do sistema sanitario público, a miña preocupación era constante porque eu ao principio estaba en contacto con pacientes dos que non sabiamos se eran positivos ou non. E ante ese risco, o meu maior medo era contaxiarme, sobre todo por como lle podería afectar ao feto ou as consecuencias que puidera ter a longo prazo", señala Beatriz.
Al igual que Liliana, Rodríguez tampoco recibió ningún tipo de información por parte del Sergas que resolvieran este tipo de dudas y en su caso el seguimiento médico se realizó por teléfono. Según cuenta, "déronme algúns resultados por teléfono e logo tamén me xuntaron nun mesmo día a consulta da ecografía e o control xinecolóxico, para non ir varias veces ao hospital".
Beatriz Rodríguez comenta que intentó llevar la cuarentena "o mellor posible, mantendo rutinas de exercicio e levando unha dieta equilibrada" y relata que sus temores venían derivados de estar "ante un virus novo do que non había información e porque aínda que os estudos amosan que é pouco probable que afecte ao feto, están feitos en mulleres que se atopaban no terceiro trimestre e a min colleume no cambio do primeiro para o segundo", indica.
Posibles riesgos
En Pontevedra, desde el inicio de la pandemia, tan solo dos mujeres gestantes fueron diagnosticadas con Covid-19. "Posteriormente negativizaron y no tuvieron ningún problema", señala el jefe de servicio de Xinecoloxía de Pontevedra, el doctor Eloy Moral Santamarina. Acerca de los riesgos reales que puede presentar el coronavirus en mujeres gestantes, el facultativo apunta que "una infección grave coincidiendo con el embarazo podría conllevar un mayor riesgo de aborto al principio, problemas de coagulación en la sangre, rotura prematura de la bolsa y, por lo tanto, parto prematuro, pero realmente son datos basados en estudios pequeños, realizados en series muy pequeñas y aleatorias".
El jefe de servicio de Xinecoloxía del CHOP señala que la mayor parte de las mujeres gestantes que cursan la infección por Covid-19 lo hacen de forma leve y que las embarazadas no tienen mayor riesgo de infección que el resto de la población. Si bien es cierto que no se ha demostrado una transmisión vertical del virus de la madre al feto, en el caso de madres que resultaran positivo por Covid-19, "sí podría darse una transmisión horizontal al estar en contacto con el bebé, por lo que, aunque se permite la lactancia por los beneficios naturales que esta presenta, se recomienda extremar las precauciones de higiene al respecto, tales como lactar con mascarilla, realizar una limpieza exhaustiva del área de contacto en la mama y mantener la distancia de seguridad el resto del tiempo para evitar el contagio del bebé y tener que sacrificar la lactancia", destaca Eloy Moral.
