Pontevedra celebró ayer el primer pleno de la Corporación de la era "Postcovid-19" lo que dejó una imagen inédita en el salón del Teatro Principal, como fue la celebración de la sesión con tan solo la mitad de la Corporación presente físicamente. Trece de los 25 ediles participaron en el pleno pero lo hicieron desde casa, después de haberse habilitado un sistema para que pudieran ejercer su derecho a voto de forma telemática con todas las garantías.
Además, los doce ediles que participaron presencialmente, encabezados por el alcalde, lo hicieron entre medidas preventivas de seguridad: Llegaron con mascarillas y disponían de una mesa indvidual para cada uno, separadas entre sí y cumpliendo las distancias establecidas.
Hasta aquí lo inusual en cuanto a cualquier otro pleno, porque en lo que respecta al debate político,la tónica fue la misma que en anteriores sesiones plenarias de este mandato: Fuerte división entre los bloques de la oposición y el gobierno, en este caso, las discrepancias surgieron en torno a las medidas y ayudas que hay que articular como consecuencia de la crisis económica que va a generar esta pandemia.
La unidad de actuación que había guiado a la Corporación durante las primeras semanas de la crisis estalló en los últimas días como consecuencia de una moción presentada por el PP. En ella se pedía que se eximiese del pago de tasas e impuestos municipales a los afectados por la crisis económica y mientras dure esta situación. Esa quiebra de la unidad de acción se manifestó ayer en el Pleno en donde el portavoz del PP, Rafa Domínguez, volvió a acusar al gobierno bipartito de BNG y PSOE de "dejar en la estacada" al comercio y hostelería local al no renunciar a cobrarles los impuestos en un momento tan difícil. Domínguez dijo que se mantuvo leal en todo momento pero que presentó la moción al ver la inacción del ejecutivo: "No quiero volver a escuchar que dicen que Lores ayuda al pequeño comercio y a la hostelería, porque es mentira y hoy lo demuestran una vez más"; aseguró el concejal del PP. "El alcalde no está dando la cara", añadió.
A la postura del PP se sumó el concejal de Ciudadanos, Goyo Revenga, quien pidió un poco de "empatía" al gobierno local hacia los sectores que se van a ver más afectados por la crisis.
El gobierno pide "prudencia"
La réplica por parte del gobierno local llegó de manos de César Mosquera. "Estamos ante una catástrofe", reconoció, al tiempo que señaló que en estos dos meses el Concello centró su actuación en "atender aquellas cuestiones más urgentes" relacionadas principalmente con seguridad, prevención y los servicios sociales. En cuanto a las posibles ayudas a los sectores que se van a ver más afectados por la crisis económica, pidió "prudencia". El edil nacionalista se comprometió a que desde el Concello "se van a tomar todas las medidas que sean necesarias para aliviar a aquellos sectores que se puedan encontrar en dificultades", pero hizo un llamamiento a esperar a que se concrete el marco normativo y a que se realicen algunas reformas necesarias para poder disponer, por ejemplo, del superhábit del que ahora no pueden echar mano por culpa de la conocida como "Ley Montoro".
Además de criticar la indefinición y las generalidades de la moción (no se concreta a quien afectaría la exención de tasas ni la duración de la medida), Mosquera acusó al PP local de aprovechar esta crisis para "meter la patita ideológicamente" con una propuesta recurrente como es la de bajar o eliminar impuestos. "Es su solución para todo", dijo, y lamentó que el PP plantee esta iniciativa en el Concello de Pontevedra pero no haga lo mismo en la Xunta, ni tampoco la defienda a nivel estatal. Mosquera recordó que, por el momento, se ha aplazado el pago de los tributos e insistió en ser cautos a la hora de mermar ingresos al Concello cuando se avecina una época en la que se va a recaudar mucho menos mientras se multiplican los gastos: "No sabemos que va a pasar, a ver si en 18 meses no tenemos dificultades para pagar las nóminas", aventuró Mosquera en una afirmación que sorprendió al portavoz del PP.
Así pues, los votos de BNG y PSOE tumbaron esta moción del Partido Popular, así como la que pedía la creación de una comisión especial para la reconstrucción de la economía en Pontevedra.
