Eran casi las 11.30 horas de la mañana de ayer cuando los vecinos de Poio y alrededores miraban a la ría de Pontevedra asombrados por una intensa humareda negra cerca de la Isla de Tambo. Se trataba de una pequeña embarcación de recreo que ardió por completo frente a la costa de Combarro.
A bordo de la embarcación viajaba un vecino de Pontevedra que tras escuchar una explosión en el motor y ver cómo comenzaba arder el barco se tiró al agua, según él mismo explicó a FARO una vez que fue trasladado a tierra por otra embarcación. Tras ser rescatado se encontraba en perfecto estado de salud, sin quemaduras, aunque se mostraba muy nervioso por lo sucedido.
Según explicó el hombre de unos 40 años de edad, acudió a Combarro en la mañana de ayer tras dos meses de confinamiento para dar una vuelta y comprobar cómo se encontraba su embarcación de recreo, después de estar tanto tiempo parada.
Acudió al puerto y le echó combustible al depósito del Orlinda, de seis metros de esloraOrlinda. Entonces, salió a dar un pequeño paseo por la ría y a los pocos metros de abandonar el puerto, mientras realizaba un giro, escuchó una explosión en el motor, que comenzó a arder. "Solo tenía un extintor y vi que así no podía apagar el fuego, si tuviera dos quizás sí, pero no podía y decidí tirarme al agua. Cogí el flotador y me lancé", explicó el hombre, de 40 años, a su llegada al muelle.
En cuanto vieron la humareda que salía de esta pequeña nave, una embarcación del Náutico de Combarro fue hasta la zona para rescatar a las personas que pudieran estar implicadas. Rápidamente otros barcos que navegaban cerca acudieron también a ofrecer su ayuda. Finalmente, fue la lancha del Náutico la que llegó primero y llevó a tierra al único afectado por el incidente.
La embarcación siguió ardiendo hasta quedar completamente destruida. Desde el servicio de Gardacostas se requirió a un equipo de Emerxencias de Sanxenxo para que acudiese al puerto de Combarro a realizar labores de enfriamiento de la misma. Había miedo porque se volviera a producir otra explosión y finalmente cuando se apagó el fuego se procedió a remolcarla hasta el Puerto de Combarro con la ayuda de pequeñas embarcaciones de la zona. Pasó lo que las autoridades se temían y la embarcación se hundió mientras la remolcaban cuando apenas estaba a unos 600 metros del puerto.
Aún no se conoce la causa de la explosión, pero todo indica que podría ser un fallo en el motor. Aún con todo, en el muelle había alivio porque el suceso se saldara solo con daños materiales y que no haya daños personales graves, más allá del importante susto, puesto que la columna de humo era visible desde distintos puntos de la ría.
