Custodiar nuestra memoria y preservarla para el futuro o contribuir a la investigación histórica y científica son dos de las decisivas contribuciones del Archivo Histórico Provincial, un servicio con una gran demanda social que recibe alrededor de 6.000 consultas anuales y que con la alerta sanitaria ha tenido que multiplicar sus esfuerzos para continuar atendiendo a sus numerosos usuarios.
"Todo el personal está realizando trabajo telemático salvo la dirección y aquellos puestos que exigen presencialidad", como la seguridad, explica la directora, Carmen Corgo. También todo el servicio se ha reorientado a la atención online, mientras que la presencial "se limita exclusivamente a temas urgentes, que suelen ser casi exclusivamente judiciales", precisa.
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Telefónicamente y mediante correo los trabajadores buscaron durante todo el confinamiento atender las consultas de ciudadanos referidas a documentos de valor administrativo.
"Las más habituales", explica la archivera, "son todos los relativos a temas del catastro de rústica y urbana, temas como herencias o lindes, y también temas de Hacienda en general, que son muy numerosas".
Empresas, comercios y hasta el reparto de montes figura documentado en el Archivo Histórico, al que recurren "por ejemplo ciudadanos por temas como haber comprado una finca de 1.000 metros, haber pagado por esa superficie, y encontrarse al medir con que tiene menos; u otros que comprueban si los vecinos se apropiaron de parte de sus terrenos".
Compraventas, sucesiones y en general cuanta documentación han ido regularizando los herederos sucesivos a lo largo del tiempo figura entre las entradas del Archivo: documentos notariales, de Hacienda, del Registro de la Propiedad y todo tipo de protocolos quedan en su registro.
Tras el esfuerzo de reorganizar el servicio para la atención online y telefónica, que se mantuvo desde el 16 de marzo, ya ha sido publicado el protocolo de reincorporación de la plantilla. La Xunta confirma a FARO que "será muy próxima, se llevara a cabo en breve" e incorporará todas las medidas de seguridad que sumará en adelante el Archivo Histórico.
Se adaptarán los espacios para establecer una distancia de 2 metros entre trabajadores y se habilitarán dispensadores de gel hidroalcohólico en una primera fase, en la que solo la plantilla tendrá acceso a las instalaciones. Con la reapertura al público, también se implementarán otras medidas como "mamparas y otros sistemas de seguridad e higiene".
Con todo, si alguna medida impactará en adelante en la labor diaria es la atención mediante cita previa. El Archivo Histórico atiende las consultas de dos tipos de usuarios: particulares que demandan temas de tipo administrativo (entre 10 y 20 al día) e investigadores que buscan documentación, normalmente de carácter histórico (entre 5 y 8 por día antes del confinamiento).
A partir de la reapertura esta atención mermará sensiblemente, al menos a la mitad. En el caso de los ciudadanos, la previsión es poder atender "unas 5 diarias, y en los investigadores pasarán a ser 4". Por su parte, los documentos también pasarán cuarentena, de 15 días.
