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Un mercadillo bajo vigilancia

Los ambulantes regresan mañana a Rafael Areses con distancias entre puestos, carriles de paso y un estricto control

Un puesto del mercadillo ambulante que se celebra los sábados en el entorno del río. // Gustavo Santos

Si asociaba la idea del mercadillo al caos, el revoltillo de clientes y las aglomeraciones ante los puestos vaya dejando la imagen en el recuerdo y empiece a pensar en vallas separadoras que marcarán itinerarios diferenciados para los clientes, dispensadores de gel hidroalcohólico en la zona de acceso o un control de aforo que correrá cargo de vigilantes de seguridad y la Policía Local. Son algunas de las medidas con las que volverán los puestos ambulantes al paseo de Rafael Areses y el entorno del parque Rosalía de Castro.

Será mañana en un escenario ampliado. Así, el mercadillo crece tras la aplicación de un mapa que establece carriles de paso de un único sentido, redistribuye los puestos y marca una distancia mínima de 3,5 metros entre cada uno de ellos, espacio que se amplía hasta los 6 metros con respecto a los situados enfrente, según avanzó ayer el gobierno local.

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Éste trabaja con la idea de que aún en el improbable caso de que se instalasen los 56 puestos cuya licencia está actualmente en vigor, se mantendrían las exigencias de seguridad e higiene para clientes, trabajadores y viandantes.

La Concellería de Promoción Económica, encabezada por la edil Yoya Blanco elaboró "guías sobre medidas higiénicas y cartelería de distanciamiento, que serán perfectamente visibles para feriantes y clientes", indican los portavoces de este departamento municipal, que avanzan que se ha contratado a la empresa Reformas y Servicios Núñez para realizar el pintado de delimitación en el suelo de Rafael Areses y Rosalía de Castro.

El próximo sábado el montaje de los puestos se llevará a cabo de 7 a 9 horas, bajo vigilancia. El Concello recuerda que todos los ambulantes deberán atender al público con mascarillas y se establecerán dos carriles unidireccionales separados por vallas en Rafael Areses.

Se prohibirá aparcar en la explanada del Recinto Ferial y ya se han instalado carteles para advertir a los conductores. Yoya Blanco señala que "la reanudación de la actividad del mercadillo cumplirá estrictamente con las medidas de higiene y seguridad recogidas en la Orden" del pasado día de 9, y los protocolos "fueron coordinados con la Policía Local y cuentan con el visto bueno de la Xunta".

"En todo caso, yo misma me encargaré de supervisar personalmente que nadie se desmande y que no haya ni lo más mínimo incumplimiento", advierte Blanco. "Hay espacio de sobra para todos".

El cronograma facilitado por el Ministerio de Sanidad en el marco del Plan para la transición cara una nueva normalidad, resulta bastante diáfano en el que alcanza al Comercio Minorista y Actividades de Prestación de Servicios: "Cuando así lo proponga el ayuntamiento correspondiente, también podrán iniciar su actividad los mercados al aire libre o de venta no sedentaria (mercadillos) en la vía pública, con condiciones de distanciamiento social entre puestos y delimitación del comprado ambulante para el correcto control del aforo por las Fuerzas de Seguridad. Limitación inicial al 25% de los puestos habituales o aumento de la superficie para asegurar el mantenimiento de la distancia de seguridad entre los puestos y los viandantes". Bajo la premisa de "o todos o ninguno", Yoya Blanco centró los esfuerzos de su departamento en incrementar el área de instalación, "ya que tenemos espacio de sobra para garantizar las condiciones higiénico-sanitarios y no tiene ningún sentido hacer una criba discriminatoria". "Todos tienen que comer", afirma.

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