Ni Marín ni Poio contemplan por el momento implantar medidas de restricción de acceso a sus playas, como ha anunciado Sanxenxo. En el municipio que gobierna el popular Telmo Martín, la playa de Silgar se dividirá en cinco sectores, sobre los cuales se establecerán cuadrículas de 3x3 metros acotadas con postes de madera y cuerda, pensadas para dos personas, pero ampliables en función del número de personas que acudan juntas a la playa.
Los vecinos municipios de Poio y de Marín no prevén "por ahora" medidas semejantes. Marín trabaja por el momento en acondicionar sus playas de cara a su uso este verano, pero no ha decidido medidas respecto al acceso. Mientras tanto, ha adjudicado el contrato para la puesta a punto de los arenales en esta temporada a la empresa Obras y Servicios Justo. La alcaldesa de la villa, María Ramallo, considera "muy necesario" tener las playas en buen estado de cara a un verano "que va a ser muy diferente", admite.
El Concello acaba de adjudicar este contrato para el acondicionamiento de los arenales municipales, por un importe total de 16.335 euros.
Según explicó ayer la alcaldesa de Marín, María Ramallo, este servicio es "necesario para asegurar la protección de la seguridad de las personas una vez que se levante el estado de alarma". Según avanzó Ramallo en lo que se refiere a la restricción de acceso a los arenales y al baño, "aun se está estudiando cómo será la vuelta a las playas," pero ya advierte de que será "un verano diferente", en el que habrá que adaptar estos espacios naturales a las restricciones que conllevan las medidas de prevención de contagios del covid-19.
El Concello de Marín -explica la alcaldesa- está trabajando en el campo del turismo, respecto al cual las playas son de los principales atractivos del municipio para poder incentivarlo de cara a la época estival, pero también para garantizar en todo momento "la seguridad y la tranquilidad de nuestros vecinos y también de nuestros futuros visitantes cuando así lo permitan las autoridades sanitarias", indicó la alcaldesa de Marín.
Poio
En una línea similar, el alcalde de Poio, Luciano Sobral, explicó ayer que de momento no se ha decidido la forma en la que se regulará el acceso a las playas en la temporada de verano, si bien el gobierno local ya se ha puesto en contacto con algunas empresas que podrían hacer un trabajo similar al realizado en Sanxenxo, en caso de tomar la decisión de hacer algo semejante.
Por ahora el gobierno local de Poio no lo contempla, a la espera de ver cómo evoluciona la situación de la pandemia y del actual estado de alarma. Pero el Concello ya cuenta con varias opciones para implantar medidas de restricción de acceso a los arenales, si llegase a ser necesario.
"Es una medida de rápida implantación, no necesita grandes obras", como explica el regidor nacionalista de Poio, quien recuerda que por el momento los arenales del municipio ya están abiertos al paseo y serán puestos a punto como cada año de cara a la temporada estival.
En todo caso, Poio dispone de una comisión de seguimiento de la crisis sanitaria, que se reúne cada día, en la que se tomarán las medidas necesarias de cara a la gestión de las playas y las demás zonas turísticas del municipio, como explicó ayer su alcalde.
