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El día de las imprescindibles

No faltaron las colas ante pastelerías y los ramos sorpresa en el Día de la Madre; los vecinos de Arzobispo Malvar despiden sus verbenas con el homenaje a las abuelas del barrio

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Un día de la madre a prueba de confinamiento

Si le vive su madre piense en lo que le digo: es la única persona (con su padre, tal vez con algún rara avis más) que si usted se muriese, ella moriría también un poco. Si no le vive, todavía es peor, qué puedo escribirle a usted, que sabe lo que es ser huérfano. Sobre cosas así pensaron ayer los cientos de pontevedreses que hicieron llamadas, videollamadas, colas para comprar tartas o que mandaron ramos imposibles para explicar con objetos prescindibles que son ellas las imprescindibles.

Y la mayoría, justo es reconocerlo, lo consiguió. Ahí están los treinteañeros Jorge, Irene y Araceli, que a primera hora sorprendían a su madre en el centro histórico con flores. Ante la imposibilidad de visitarla, enviaron el ramo a la guapísima Conchita Pena, que no tenía un buen día. "En el desayuno me daba un poco de tristeza", explica a FARO, "es un día importante para mí, y tampoco tengo a mi madre?"

Todo cambió con el delicado bouquet de peonías, hortensias, rosas? (da para un artículo sonriente la conexión de las madres y las flores) que le hicieron llegar desde la floristería con una escalera hasta el balcón. "Me han levantado el ánimo", reconoce al recoger uno de los cientos de ramos que enviaron todos los que pudieron acceder al servicio on line.

Otros muchos, como Esther y Kuki Botana, confinadas en Canelas con su madre, se vieron obligadas a improvisar soluciones y sorprendieron a la atlética nonagenaria María Asunción Botana con flores silvestres que recogieron a primera hora de la mañana del entorno de la playa.

A unos kilómetros, en Poio, no pocos vecinos hacían cola ante la puerta de la panadería Acuña; y en el centro se repitieron las peticiones en las confiterías y las visitas de telefonillo, con besos desde la ventana como los que repartieron Marisa Gesteira y Angélica Vázquez. Son las preferidas del "barrio de la alegría", como les gusta llamarse a los vecinos del último tramo de Arzobispo Malvar, que tras largos días de cuarentena despidieron su verbena con un gran homenaje a las "abuelas del barrio", a las que sorprendieron sus vecinos con música y, por supuesto, flores.

"Nos vestimos todos elegantes, como corresponde al día", reconoce Fernando Lubiáns, que con Carlos Montero entregó a las abuelas sus respectivos ramos. Lo hicieron utilizando pértigas que también emplearon para grabarse durante las semanas de encierro, en las que puntualmente tanto Marisa como Angélica hicieron gala de su buen humor, sin faltar ni un día a las verbenas.

Ambas viven solas y durante el encierro sus vecinos hicieron llegar vídeos y fotos a sus hijos y nietos. "Así ven que ellas se visten, están animadas y se cuidan", indican los muchos que las quieren y que ayer se emocionaron, al igual que los asistentes, cuando vieron su sorpresa. La fiesta continuó (ejem) tal vez unos minutos más del horario... con un aplauso a todos nuestros rara avis imprescindibles.

La pandemia hace duplicar los pedidos en las floristerías con respecto a otros años

Este día de la madre tan especial ha significado un importante repunte para las floristerías de la ciudad porque la gente, más que nunca, quería demostrar el amor. Los negocios vieron parada su actividad de golpe y han sufrido la cancelación de eventos. Por ello se volcaron con esta festividad, que ha tenido mejor acogida que nunca. "La gente tenía muchísimas ganas de darse cariño a través de las flores y la acogida ha sido mucho mejor de lo que esperábamos", apunta Hugo Morales de Índigo.

Las floristerías tuvieron que poner un límite de plazo para aceptar pedidos, viéndose con más de 200 encargos en escasos días. "Ha sido la mejor campaña desde que abrimos, recibiendo pedidos incluso desde fuera de Pontevedra", concluye. Una sensación que comparten también desde Inbloom, donde recuerdan que en esta época del año suelen estar más volcados con los eventos que ahora han visto pospuestos hasta 2021, mientras los más próximos son en el mes de septiembre. Por ello lo han dado todo en esta campaña. En estas circunstancias el sector lo ha querido poner fácil, diseñando diferentes modelos de ramos. Las entregas se han hecho por empresas de paquetería o a domicilio por el mismo personal del local hasta el mismo día de ayer, pese a ser domingo.

La mayoría de las floristerías han vuelto a la actividad solo para atender a este día y ahora se encuentran con una gran incertidumbre en cuanto a cómo va a ser su día a día. No so muy optimistas, ya que uno de sus principales clientes, la hostelería, va a tardar en volver a la normalidad. Por ello proyectan trabajar por encargo, sin abrir sus locales e incluso volcarse en el mundo online para vender productos "botánicos de diseño, más allá de las flores" y compensar así la pérdida de clientes locales.

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