Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El otro "día de Reyes" de los deportistas de élite

Los profesionales del deporte pontevedrés se lanzan a la calle después de un mes y medio entrenando a diario en casa

Carol Expósito, del Poio Pescamar, corriendo por Poio. // Gustavo Santos

"Fue como el día de Reyes cuando te dan los regalos", esa es la sensación que comparten los deportistas profesionales tras la jornada del día de ayer. Desde el pasado 14 de marzo han estado confinados, como todo el mundo, entrenando a diario en casa con escasos recursos. Ahora ven como se abre una nueva etapa y se preocupan por ir ejercitándose poco a poco para recuperar la forma física que tenían antes de la cuarentena.

Pablo Dapena fue uno de los más madrugadores. Aún era de noche cuando el triatleta quitó el rodillo de la bicicleta para volver a tomar la carretera. Desde las 7 de la mañana hasta las 10 el pontevedrés ha recorrido el término municipal sintiendo esa sensación de libertad que le fue arrebatada hace más de un mes. "Han sido tres horas que he disfrutado como un niño", confesaba al terminar el entreno. "Estoy muy contento, por fin vemos la luz después de tantos días en casa sin poder entrenar adecuadamente", admitía Dapena.

Este parón ha sido para los deportistas un paso atrás gigantesco en la temporada: "Ahora empezamos una nueva pretemporada, la segunda de este año y toca construir una base para ver si a final de temporada, a partir de septiembre quizás, hay competiciones y estamos preparados para ello".

El subcampeón del mundo espera que los deportistas profesionales tengan más libertades para entrenar y se muere por ir a nadar en los próximos días. "Llevo 50 días sin nadar, es lo que más ganas tengo, tirarme a nadar aunque el agua esté fría. Va a ser como agua de mayo, nunca mejor dicho", esboza con ganas. No piensa perder ni un minuto del tiempo permitido para practicar deporte, tiempo que no le es suficiente, ya que el internacional está acostumbrado a entrenar 8 horas al día al aire libre. "De repente te encierren como a un pájaro enjaulado", compara, y por eso ahora su motivación es infinita, aunque calcula que necesitará al menos dos meses de preparación para volver a estar en el estado físico en el que se encontraba antes de la cuarentena.

Poco más tarde tomaba las calles el futbolista del Pontevedra C.F. Álvaro Bustos. El asturiano recorrió las inmediaciones al Lérez corriendo a pesar de la lluvia y el frío, pero con una sonrisa y muchas ganas. Como sus compañeros lleva a cabo un entrenamiento específico para mantener la forma y no quiso perder la oportunidad de volver a correr, aunque cambiara Pasarón por las calles de la Boa Vila.

Ya a las 9 de la mañana salía con un chute de energía la jugadora del Poio Pescamar, Carol Expósito. La rojilla recorrió 5 kilómetros por el municipio de Poio con intervalos de caminata y trote. "Ha sido un cúmulo de sensaciones positivas. Estoy muy contenta, ya el viernes me costó dormirme pensando en este momento", reconoce. " Las piernas han respondido mejor de lo que esperaba después de estar tanto tiempo parada, aunque las noto un poquito cargas. Pero iré poco a poco", señala Expósito. Aunque la jugadora ha continuado entrenando ha diario, reconoce que en la cuarentena hacía un cuarto de la actividad física que realiza normalmente. Para la rojilla no poder pasear ni correr ha sido de lo más duro de la cuarentena y ahora admite: "Voy a salir hasta que no me den las piernas, con cuidado, pero voy a intentar salir lo máximo posible dentro de las restricciones". Si la Federación confirma las intenciones de los últimos días la temporada habría acabado para ella, pero aún así cree que ahora es cuando más tiene que cuidar la forma física. Mientras piensa en el día en el que pueda entrenar con sus compañeras recuerda que "no hay que volverse loco" y recomienda a la gente retomar el ejercicio poco a poco.

Compartir el artículo

stats