La mejora integral que la Xunta de Galicia está acometiendo en la carretera PO-308 a su paso por el ayuntamiento de Poio permitió habilitar un nuevo acceso al núcleo de Raxó para los vehículos, quedando reservada la antigua vía municipal para el uso exclusivo y seguro por parte de los peones.

En la actualidad, la Consellería de Infraestruturas indicó que continúa pendiente de ejecución por parte del Ayuntamiento de Poio la nueva vía municipal de acceso desde Raxó, que fue facilitada a través de las obras de la Xunta, que también realizó las expropiaciones.

La Consellería de Infraestructuras e Mobilidade lamenta "la absoluta falta de colaboración" por parte de la Administración local en todo el proceso de mejora de la carretera principal del municipio que, según el departamento autonómico, "está suponiendo un antes y un después en su seguridad vial".

Las obras que está impulsando el Gobierno gallego en la PO-308 en el término municipal de Poio, con una inversión de más de 7 millones de euros, "no solo suponen mejorar el tránsito a lo largo de la carretera, sino también el acondicionamiento de las intersecciones", destacaron portavoces de la Consellería.

En la jornada de ayer, la Xunta puso en servicio un nuevo semáforo con pulsador en Chancelas, como actuación complementaria al proyecto de seguridad vial que se desarrollará en ese entorno, y que se sumarán a las actuaciones ya prácticamente finalizadas entre O Covelo y Raxó.

Desde la Xunta de Galicia destacaron que el Ejecutivo autonómico está cumpliendo sus compromisos para con los vecinos de Poio, acometiendo el acondicionamiento integral de la carretera, lo que "contrasta con la falta de implicación del Ayuntamiento en la resolución de los problemas viales del municipio".

En opinión del Gobierno gallego, estos problemas vienen derivados, principalmente, de "la carencia de un instrumento urbanístico actualizado que permita ordenar y planificar su estructura territorial y movilidad" por parte de la Administración local.