Las principales entidades y organizaciones sociales de Pontevedra le transmitieron a la concejal de Bienestar Social, Paloma Castro, su preocupación ante el incremento de las situaciones de necesidad que trajo consigo la crisis sanitaria de la Covid-19, en especial en el que alcanza a la demanda de alimentos.

Por este motivo, el departamento municipal se está coordinando con los colectivos de cara a diseñar un plan de respuesta que se sincronice con las demandas que surjan en las diferentes fases de la desescalada.

Así lo acordaron en una reunión telemática en la que, además de la propia Paloma Castro; el jefe del Servicio de Benestar Social, Carlos Muiños; la actual responsable de las trabajadoras sociales, Ángeles Torres, y la monitora-educadora Patricia González, coordinadora de los albergues del Multiusos de A Xunqueira y Raiña da Paz, también participaron representantes de Cáritas, Calor y Café, Club de Leones, San Francisco, Cruz Roja y las fundaciones Meniños y Secretariado Gitano. Tal y como explicó la concejal socialista tras el encuentro, “estamos preparándonos para un aumento de la demanda de recursos sociales y hace falta estar más coordinados que nunca”, por lo que han previsto “mantener una reunión cada vez que se cambie de fase de la desescalada, de manera que podamos afrontar cada una con sus necesidades y particularidades”. “La siguiente en el calendario será la semana del 11 mayo -avanza-, coincidiendo con el comienzo de la Fase 1”.

La edil del PSOE constata que “el mayor incremento de demanda se está dando en lo que alcanza a alimentos y otros artículos de primera necesidad”, con una ampliación generalizada de usuarios en este campo y mismo con muchos ciudadanos que vienen a recoger para repartir entre otras personas que lo necesitan. La concejala acaba de firmar esta misma semana la renovación del contrato con el restaurante O Roxo para que durante el mes de mayo continúe ofreciendo menús a las niñas y niños atendidos por Servicios Sociales que quedaron sin comedor escolar como consecuencia del inicio del estado de alarma (contratación para que se destinó una aportación económica de casi 10.000 euros).