En la ciudad de Pontevedra y su comarca viven unos 23.000 niños de 0 a 14 años, según el último padrón recogido por el Instituto Galego de Estatística. Además de los 11.500 de la capital, residen más de 3.000 menores de 15 años en Marín, en Poio rondan los 2.500 y en Sanxenxo casi alcanzan los 2.200 niños. Al margen de los 1.200 pequeños de Caldas de Reis, en el resto de municipios de la comarca los niños se cuentan solo por centenares.

En la mayoría de ellos se han tomado medidas para esta jornada en la que los pequeños podrán volver a salir a la calle. Así, en Ponte Caldelas (645 menores de 15), el Concello ha puesto a disposición de los más pequeños el Paseo da Calzada, al lado del Río Verdugo y ha cerrado al tráfico la carretera del río para que los niños y el adulto que los acompaña puedan disfrutarla.

Poio, con 2.550 pequeños, no abre las playas, pero sí los paseos que permanecieron cerrados desde el inicio del confinamiento. La Policía Local desarrollará un operativo especial de seguridad para supervisar las salidas, puntuales y controladas, de los niños de sus domicilios durante una hora. Los funcionarios estarán en la calle para asesorar a las familias sobre las normas de estos paseos.

Campo Lameiro

Por su parte, el alcalde de Campo Lameiro, Carlos Costa Domínguez, y miembros del equipo de gobierno repartieron ayer a domicilio a unos 150 niños y niñas menores de 14 años, mascarillas de tamaño reducido adaptadas a su talla y diplomas personalizados con sus respectivos nombres donde se le reconoce su buen comportamiento" durante el tiempo de confinamiento ahora que van a poder salir de sus domicilios. "A Nosa Tapicería", propiedad de Rogelio Reboredo, donó esta tirada especial de mascarillas de talla especial adaptadas para los pequeños.

Durante las visitas domiciliarias los representantes municipales hicieron entrega también de otro diploma realizado por la tienda "Un Par de Dous" de Campo Lameiro, donde se les agradece y felicita por su buen comportamiento durante la cuarentena, además de material para estimular el juego en casa y golosinas sin gluten para adulzorar el su confinamiento.

También se les entregó un folleto recordatorio de los servicios municipales de impresión y entrega a domicilio de las tareas escolares.