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"Ni perros ni gatos transmiten el Covid-19"

Los veterinarios reclaman su voz en el abordaje integral de la pandemia del Covid-19

Alberto Silva Torres en la Clínica Veterinaria Mourente, en Pontevedra. // Rafa Vázquez

El abordaje de la pandemia del Covid-19, un virus de origen animal, se ha dejado atrás a uno de los sectores claves en el concepto global de la salud: los veterinarios. Los profesionales de este campo confiesan que se sienten frustrados y recuerdan que sus conocimientos ya deberían estar integrados hoy día en los sistemas de salud públicos, sobre todo cuando está demostrado científicamente que el 60 por ciento de los problemas sanitarios en humanos tienen relación con el mundo animal. El pontevedrés Alberto Silva Torres, de la Clínica Veterinaria de Mourente, es el presidente de la Asociación de Empresarios Veterinarios de Galicia (CEVE Galicia), integrada en la Confederación de Empresarios Veterinarios de España.

- El problema del Covid-19 se está tratando, básicamente, desde los puntos de vista de la salud humana y de la economía, pero apenas se aborda la cuestión veterinaria, como virus de origen animal que es.

- La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la salud, como concepto, está soportado por tres pilares: la salud humana, la sanidad animal y el medio ambiente. En el momento en que no se tiene uno de ellos en cuenta, no se está haciendo una buena gestión del problema, como es el del coronavirus, ni tampoco el abordaje de la situación de crisis que puede generar. Hay una cuestión importante que hay que tener en cuenta, y que además está confirmada por la OMS, que es que el 60 por ciento de los problemas de salud que afectan a las personas tienen un origen animal o relación con el mundo animal. Muchas de las enfermedades emergentes, de tipo infeccioso, provienen también de los animales, domésticos o salvajes. Es lo que se conoce como zoonosis. Son enfermedades que, circunstancias de diversa índole, acaban saltando de un animal al ser humano.

- Por ello desde el sector se reivindica la voz de los veterinarios en el abordaje de esta crisis...

- Nosotros como veterinarios, tanto a nivel sectorial como a nivel profesional, sentimos una especie de frustración porque somos uno de los tres pilares en los que la OMS, la OIE y la FAO fundamentan el concepto de la llamada "one health", una salud. No podemos aislar a ninguno de esos tres pilares ni dejar que no interaccionen porque se producen lagunas.

- ¿De quién sería aquí la culpa? ¿De la propia OMS o de los estamentos políticos?

- El problema como tal está relacionados con las decisiones previas de algunos gobiernos. Tanto es así que el origen más probable del virus estaría en los llamados "mercados húmedos", en los que está ausente una cobertura de inspección veterinaria tanto de las instalaciones como de las especies que se comercializan. Se está quitando un filtro que evitaría que esas materias lleguen al consumo humano. Además, sucede que desde principios de los tiempos los veterinarios que se dedican a la sanidad de poblaciones animales han evolucionado mucho y tienen una experiencia y una base científica y teórica vastísima, que sería una herramienta de gran utilidad a la hora de establecer estrategias en el control de estos posibles brotes, que se van a repetir con más asiduidad. Estamos hablando de un gran porcentaje de zoonosis. Si el veterinario no está integrado en los sistemas de salud, que no lo estamos todavía en España, hay un talón de Aquiles crítico.

- ¿Cuál ha sido el ofrecimiento de los veterinarios en la pandemia?

- Se han ofrecido autoridades en la materia, conocimiento, planes de contención, experiencias reales basadas en otras situaciones en otros países... La profesión entera, el sector entero, está haciendo un ofrecimiento sincero que considera necesario para la mejor gestión. No quiere decir que sea la solución al problema, sino que se gestione de la mejor manera posible. Lo que nos llama la atención es ese desprecio a esa fuente que el mundo veterinario está prestando.

- ¿Qué opinión les merece la teoría del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que se trata de un virus creado en un laboratorio?

- La rechazamos. Tenemos que ser serios. Desde nuestra profesión nos basamos en toda una trayectoria de evidencias científicas y todas señalan el origen de este coronavirus en un animal, posiblemente el murciélago, y en los mercados húmedos. Esas otras hipótesis tienen un fin estratégico, pero no la base científica.

- La palabra "coronavirus", que tanto asusta a la población en general, ya es una habitual en las consultas veterinarias...

- (Risas) Exactamente. Nosotros llevamos muchísimos años lidiando con coronavirus, tanto en el perro como en el gato y en otras especies animales. Lógicamente, estamos acostumbrados y para nosotros es una palabra muy familiar.

- Y ninguno de esos coronavirus se habían transmitido al ser humano...

- No, ninguno, y hay que dejar claro que los animales domésticos tampoco nos van a transmitir el Covid-19. No lo padecen ni el gato ni el perro. Esa es una evidencia científica. Hay que tratar estas cosas con la seriedad que merecen.

- ¿Qué pudo pasar para que este Covid-19 en concreto, igual que en su momento pasó con la gripe aviar, sí haya sido capaz de dar el salto a nuestra especie?

- En las circunstancias habituales de manejo de los animales, los coronavirus no tienen la oportunidad de pegar ese salto. Cuando hay otros factores que modifican ese equilibrio, como ocurre en esos mercados húmedos, con esas condiciones ambientales, e higiénicas, lamentables, el virus cambia su capacidad para infectar y utiliza un intermediario, como pudo ser el pangolín, para llegar al humano. Los virus mutan y esos mecanismos de propagación que le facilitan el salto a otras especies se ven favorecidos por unas circunstancias y no por otras. Esto, por cierto, era algo que se venía advirtiendo desde hace tiempo. Cuando hablamos de zoonosis es porque como veterinarios velamos para que este tipo de transmisiones nos se produzcan, pero también a la inversa, ya que nosotros también les pasamos problemas a los animales.

"Con los cambios sociales advertimos del peligro de que surjan enfermedades antes desaparecidas, como la rabia"

- ¿El ofrecimiento de conocimientos veterinarios a los diferentes gobiernos ha tenido frutos?

- Hemos hecho todos los ofrecimientos posibles. A día de hoy hay alguna comunidad autónoma que está integrando en la gestión de la crisis a algún veterinario, como Castilla y León y Aragón.

- ¿Y en Galicia? ¿será viable?

- En Galicia hay que tener en cuenta que somos, como CEVE Galicia, una organización joven, con un recorrido de poco más de un año. Nuestros primeros pasos han sido enfocados a que se nos reconozca como interlocutores válidos. Sí que en este corto espacio de tiempo hemos mantenido reuniones con las consellerías de Sanidade y Agricultura. En esos momentos nadie hablaba del coronavirus, pero sí hablamos de otros procesos víricos, como la rabia, otra zoonosis. Con los cambios sociales y de animales, hemos instado a la Administración autonómica a que se instaure la vacunación obligatoria porque las circunstancias van cambiando, y nosotros las advertimos y del peligro de que en un momento determinado surja un problema relacionado con la rabia. Por eso nosotros ahora estamos llamando a las puertas para decir que "estamos aquí, y que tenemos mucho que aportar". En Alemania, por ejemplo, el Fernando Simón es un veterinario.

- Además de la rabia, ¿qué otras enfermedades se pueden contagiar de animales a humanos?

- Son innumerables. Una de las más conocidas es la gripe aviar, pero a nivel más doméstico, tenemos la leptospirosis, de los perros; innumerables problemas parasitarios; la leishmaniosis, que hasta ahora en Galicia no había y que transmite un mosquito... Por eso recalcamos la importancia de no dejar de desparasitar a los animales.

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