-¿Desde el CHOP se está llevando a cabo algún tipo de investigación en cuanto al tratamiento para el Covid-19?

-A lo largo de esta semana vamos a intentar empezar un estudio relacionado con la aplicación de un posible tratamiento. El virus, para entrar en la célula, tiene que unirse previamente a un receptor, un receptor que también se encuentra en la sangre. Existe un fármaco que se usa para tratar la obesidad que se ha comprobado que aumenta ese receptor en la sangre y lo que vamos a llevar a cabo nosotros es una prueba en aquellos pacientes infectados por Covid-19 más obesos, que son también los más graves. El perfil de un varón obeso y de edad avanzada es realmente el que mayor riesgo tiene de fallecer.

Nuestro objetivo es probar este fármaco para ver si al incrementar ese receptor en sangre, que no sirve al virus, el virus se uniría a él y no va a poder infectar la célula porque lo destruiría antes el sistema inmune.

El diseño de este estudio es muy experimental, creo que ahora mismo no hay más profesionales que lo hayan puesto en marcha y entre el jefe de Endocrinología, el doctor Fernández Catalina, y yo lo hemos diseñado con la esperanza de poder iniciar las pruebas correspondientes a lo largo de esta semana.

-A nivel nacional, diferentes neumólogos han expresado su preocupación en cuanto a que una de las posibles secuelas del coronavirus es el desarrollo de fibrosis pulmonar; ¿qué opinión le merece esta cuestión?

-No tengo muy claro que esto vaya a suceder. El distrés respiratorio que provoca el virus se parece a uno muy similar que lo produce un tratamiento que se utiliza para algunas leucemias y no deja secuelas, por lo que yo soy bastante optimista y creo que los pacientes se recuperarán casi por completo.