Avanzan las obras en el Pazo de Quintáns y el edificio del siglo XVIII ubicado en la parroquia de Noalla recupera estos días su emblemática galería. Este espacio acristalado de madera vuelve a lucir su color original, verde carruaje, una ambientación que recuerda a la época de construcción de este espacio privilegiado para contemplar la ría de Arousa.

Los trabajos también incluyeron los remates de la cubierta "tanto exterior como interior del histórico inmueble", explican los portavoces municipales. Éstos añaden que "la estructura realizada con un entramado de madera de castaño incluye también la instalación de unas tablas perforadas para mejorar la acústica de las distintas estancias que conservan en gran parte los muros de piedra originarios".

El alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, realizó esta semana una visita a los trabajos acompañado del director de obra, Carlos Berride, y la concejala de Infraestructuras y Planificación Territorial, María Deza, y comprobó el avance de la rehabilitación en las dos plantas del edificio principal. "La buena marcha de las obras, pese a la paralización de la actividad por el Covid 19 durante quince días, permitirá que estén concluidas durante el próximo mes de julio", indican fuentes municipales.

"Estamos convencidos de que o Pazo de Quintáns será dende este mesmo verán un espazo do que se sentirá orgulloso non só os veciños de Noalla senón todo Sanxenxo. Un novo atractivo que se suma á longa lista do municipio e que demostra que somos moito máis que sol e praia", asegura el alcalde.

El Concello incide en que otro de los grandes avances ha sido igualar la cota de pavimento, desigual en las distintas estancias, y que ahora ha permitido que el edificio sea 100% accesible. Las dos plantas estarán comunicadas, además, por un ascensor acristalado que está previsto que ocupe el hueco de las escaleras que conducen a la planta superior que es otro de los elementos conservados y recuperados de la estructura original.

En este sentido, destacan que a lo largo de la obra han ido apareciendo "una serie de muros de piedra de interés patrimonial y estético que se han remarcado mediante huecos en el forjado de techo de planta baja formando dobles alturas a través de los cuales se remarca el contraste entre los materiales nuevos y la parte rehabilitada, potenciando esta última".

La obra, añaden, se centrará en los próximos meses en los acabados de los suelos para los que se contemplan distintos materiales. Así, está previsto que el suelo de la planta baja sea de granito y el de la planta superior, de madera. "Queda también pendiente el acabado de las escaleras exteriores, la pintura y los suministros. La iluminación será otro de los elementos cuidados de la obra" y en este caso "se jugará con la luz para destacar determinados elementos de la estructura", precisan los portavoces del Concello de Sanxenxo.

Además de elementos estructurales, los trabajos de rehabilitación incluyen la conservación de elementos básicos en la vida diaria del pazo durante décadas, concretamente la pila y lareira. El Concello indica en este punto que "el canal para alimentar a los animales que comunicaba en su origen la parte superior, zona noble, con la inferior en la que se encontraban las cuadras, seguirá luciendo tras la rehabilitación con el acristalamiento de la pila y una iluminación diferente que ponga en valor el elemento. También la lareira del pazo mantendrá su espacio genuino en la planta alta, incluso con la zona azulejada lateral, que existía en la estructura original".

El pazo cuenta con una finca de más de 9.000 metros de superficie. Cuenta con un hórreo que data los años 50, de más de 17 metros de largo y que "será también rehabilitado. Ya se ha desescombrado su interior y renovado el techo con uralita que será cubierta con teja", a lo que se sumará la carpintería, precisan las misma