Casi un mes después de la declaración del estado de alarma, las calles de Pontevedra volvieron a cobrar vida ayer, con la presencia de numerosos vecinos que abandonaron por unos minutos el confinamiento domiciliario para hacer sus compras en las tiendas de alimentación de la ciudad.

La apertura de supermercados, Plaza de Abastos, pequeños establecimientos de alimentación, fruterías y panaderías entre las jornadas festivas de la Semana Santa propició que la mayor parte de las familias aprovechasen ayer para abastecer la despensa.

El cierre de los negocios por el Jueves y Viernes Santo y ante los días festivos de hoy domingo y mañana Lunes de Pascua, hizo de la jornada de ayer la única oportunidad en varios días para hacer la compra.

Esto motivó que se formasen largas colas de clientes ante la mayor parte de establecimientos. Las congregaciones fueron especialmente notables en los accesos al Mercado de Abastos y todos sus puestos de venta, además de los principales supermercados de la ciudad y el interior de las grandes superficies comerciales, como las de A Barca y Salcedo.

La obligación de guardar una distancia de seguridad entre personas, además del aforo limitado de estos establecimientos, provocaron en algunos casos largas esperas tanto ante los negocios como en su interior. En algunos casos, como el del Marcado de Abastos, la Policía Local controló estos accesos y las congregaciones de personas.

Entre los clientes cada vez es más habitual el uso de mascarillas. Los guantes ya vienen siendo suministrados por los propios establecimientos desde los primeros días de la declaración de la pandemia.

A partir del lunes 13 de abril los trabajadores de sectores calificados como no esenciales pueden volver a sus puestos de trabajo, pero en Pontevedra será festivo, por lo que los establecimientos continuarán cerrados.

En todo caso la vuelta a la actividad en varios sectores será un regreso escalonado y el que habrá que mantener una serie de medidas de seguridad e higiene para evitar un rebrote del coronavirus.

Sanidad ha elaborado, en colaboración con patronales y organizaciones sindicales, una guía de buenas prácticas para las empresas que reanuden a partir del martes (en el caso de Pontevedra) su actividad tras la suspensión obligatoria decretada por el Gobierno con motivo de la crisis sanitaria.

El objetivo es que los centros de trabajo estén preparados con el "máximo de seguridad" y los tres pilares para garantizar dicha seguridad son la distancia social, la higiene en espacios públicos y privados y el lavado de manos, según ha indicado el ministerio, que ha difundido una guía que recuerda a las empresas la necesidad de planificar las tareas y garantizar la distancia como mínimo de dos metros al personal, así como evitar aglomeraciones de los trabajadores. Asimismo, incide en la necesidad de que se escalonen los horarios de los empleados y que las empresas faciliten los equipos de protección.