Hasta una veintena de caballos salvajes han recibido cobijo en los dos últimos años por parte del Concello de Pontevedra. El Servicio de Medio Ambiente recoge a los equinos y los envía a las instalaciones de la Asociación Cabalar do Monte Campañó, donde los animales reciben cuidados y manutención hasta su puja pública. Durante ese tiempo se les implanta un microchip y se realizan los trámites pertinentes.

Según apuntan desde Medio Ambiente, la escasez de zonas de pasto lleva a caballos de los montes de Moraña, Amil o Marín a bajar hasta las parroquias pontevedresas, principalmente a Verducido, Salcedo, Alba y Cerponzóns. El pasado verano, que fue muy seco, llevó a la recogida de nueve caballos en las parroquias rurales. Estas pujas se realizan en las oficinas del Servicio de Medio Ambiente: "Se hacen a viva voz y habitualmente por lote, que se suelen corresponder con manadas", explican.