Una ceremonia simbólica, bajo la lluvia y con un especial recuerdo para "todos los que hubieran querido estar ahora aquí y no pueden por el coronavirus", en palabras del vicario de la parroquia de Virgen del Camino, Alberto Domínguez Munáiz, que ofició a primera hora de hoy la atípica bendición del Domingo de Ramos.

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La plaza de A Ferrería, escenario cada año de la multitudinaria bendición de arranque de la Semana Santa, amaneció desierta para esta ceremonia privada de Domingo de Ramos. Fue fugaz y oficiada ante una pancarta con una palma elaborada por el artista Rafael Prieto, de los pocos invitados (con los medios y las fuerzas de seguridad) a este encuentro simbólico para "mantener tradición de la bendición de Ramos en el lugar que evoca la memoria los pontevedreses", señala el Arciprestazgo.

Así es que en la misma esquina en la que se oficia tradicionalmente la bendición, el sacerdote recordó a los fallecidos, los enfermos y a todos los que continúan en sus casas, luchando contra la epidemia. "Recordamos a todos los que hubieran querido estar aquí, unidos a la más sana y verdadera tradición, y compartir con ellos el espíritu de esta Semana Santa, en estas especiales circunstancias que estamos viviendo: que sea un tiempo de camino hacia la resurrección", señala el vicario.

Con el viento y la lluvia, el vacío era todavía más evidente en la céntrica plaza. A los fieles, "los echamos en falta", lamentó el sacerdote, "esto estaba vacío y se escuchaba solo el eco pero lo que hemos querido es mostrar que Dios en Jesucristo quiere seguir entrando como una estrella en la que fijar nuestra mirada y así albergar ya, probar ya esa esperanza, ese triunfo, que no es todavía pero que está pronto por llegar".

Domínguez Munáiz suscribió el mensaje de esperanza del arzobispo y trasladó a los fieles que "con la mutualidad, con el trabajo y el sacrificio conjunto podemos sacar esto adelante; no sin el camino, debemos caminar y hacerlo con esperanza y confianza".

Tras esta ceremonia representativa organizada por las 35 parroquias del Arciprestazgo de O Lérez, el programa de este singular Domingo de Ramos continuará a mediodía con la bendición de palmas y ramos desde la torre de Santa María y otras iniciativas que persiguen salvar en la medida de lo posible los efectos del confinamiento, como la misa que transmitirá por Facebook el párroco de San José.