Una de las principales problemáticas a las que se deben enfrentar los servicios funerarios, más allá de extremar las precauciones por el virus, es que se están encontrando con que el stock de mascarillas de los almacenes se están empezando a agotar y los establecimientos habituales que los abastecían ya no pueden remitirles nuevas unidades, puesto que el Estado "las ha intervenido", destaca Juan Perdiz.

El responsable del tanatorio de San Mauro apunta que una de las principales reivindicaciones de las funerarias en estos momentos es que "se nos den facilidades para conseguir el material que necesitamos para trabajar en condiciones de seguridad". En este sentido, Perdiz comenta que "por supuesto que la prioridad son los sanitarios y, en mi opinión, en segundo lugar los transportistas también deberían estar provistos de guantes y mascarillas, pero el trabajo de los funerarios también es parte fundamental en toda esta situación".

Juan Perdiz considera que la Administración debería darles apoyo y gestionar la desigualdad que se da en el propio sector, pues critica que "no puede ser que una funeraria que hace dos servicios a la semana tenga 50 cajas de guantes y otra que hace un centenar solo tenga diez cajas".