La falta de equipos de protección individual (EPI) y de mascarillas es el principal problema al que se enfrenta actualmente el Concello de Pontevedra para mantener activo todo el enorme dispositivo que se ha desplegado con el objetivo de atender todas aquellas situaciones de emergencia derivadas de la crisis que generó la propagación del virus Covid-19.

La concejala de Protección Cidadá, Eva Vilaverde, que actuó ayer como portavoz después de la junta de gobierno local, explicó que en estos momentos, el Concello está cubierto de suministros, pero reconoció que sí que podrían comenzar a tener problemas a corto plazo si no son abastecidos desde la Xunta de Galicia o de la Administración Central, teniendo en cuenta además que la situación de emergencia se va a prolongar en el tiempo, como mínimo, tres semanas.

El Concello tenía prevista la posibilidad de dotar al personal que forma parte de los dispositivos que siguen trabajando con material de protección y compró suficientes lotes, pero estos "fueron confiscados" para atender a situaciones más complejas, como la lucha que está manteniendo el personal de los hospitales contra la enfermedad.

Dado que se está controlando el reparto de este material por parte del Gobierno central, señalan que por el momento no es posible abastecerse por sus propios medios para cubrir estas necesidades. Por lo tanto, esperan que a lo largo de esta semana lleguen los suministros que han solicitado a través de la Fegamp tanto a la Xunta como al Gobierno Central puesto que, por el momento no han recibido repuestos, salvo algunas donaciones de empresas. Si la situación de desabastecimiento persistiera, reconoce que es posible que tuvieran que intentar pertrecharse por sus propios medios.

Banco de Alimentos

Y es que el Concello de Pontevedra está teniendo que asumir con sus propios recursos y personal labores que hasta ahora desarrollaban, en su mayor parte, organizaciones no gubernamentales u otras administraciones y que se están dejando de prestar. Algunos colectivos y organizaciones no están pudiendo continuar su labor por la caída en el número de voluntarios que permitían mantener su funcionamiento. Otros servicios han cerrado por las estrictas medidas de confinamiento adoptadas para frenar al Covid-19.

En el caso de las organizaciones sociales, por ejemplo, el Concello se ha hecho cargo a través de Protección Civil del reparto de lotes a las familias más vulnerables que realizaba el Banco de Alimentos o están encargándose del reparto de comida del comedor de San Francisco en packs completamente cerrados e individuales. La Policía Local también controla que se respeten las distancias de seguridad entre los usuarios y que no haya aglomeraciones.

También se están haciendo cargo a través de la Policía Local y de Protección Civil del suministro de comida, limpieza y seguridad en el albergue Raiña da Paz, en San Brais, en donde se está prestando atención a las personas sin hogar de Pontevedra durante esta crisis. Villaverde explicó que, por el momento, hay plazas más que suficientes.

Por otra parte, ante el cierre de nuevas plazas en las casas de acogida para víctimas de violencia de género por parte de la Xunta, que no admiten más ingresos para evitar contagios, se ha activado un protocolo a través del Centro de Información á Muller para el supuesto en el que hubiese que buscar alguna alternativa residencial para nuevas víctimas de violencia de género. Por el momento, no ha sido necesario activar dicho protocolo durante esta crisis pero este protocolo permite a la concejala afirmar "que neste momento, está garantizada esa atención y tenemos estructura para atender esos casos".

Villaverde explicó que todo el dispositivo está funcionando al 100% y "sin incidencias" de importancia a pesar de que las situaciones de emergencia y las problemáticas se van resolviendo al mismo tiempo que surgen al tratarse de una crisis nueva. En materia de Benestar Social se contactó con los 3.400 mayores de 65 años de la ciudad que viven solos.

Actividad administrativa

La concejala de Protección Cidadá también hizo balance de la actividad administrativa en el Concello, que pese al cese de la atención principal, sigue con los trámites vía telefónica y telemática. Explicó que se mantiene la contratación y se trata de que sigan en marcha todas las obras contratadas por el ayuntamiento para que las empresas puedan seguir adelante entre fuertes medidas de prevención de riesgos laborales. Esta es una exigencia que se le está realizando también a contratas y adjudicatarias de servicios.

Vilaverde recordó que todas las gestiones administrativas se están realizando por vía telemática a través de la sede electrónica. En esta primera semana de estado de alarma, tanto las consultas telefónicas como las gestiones telemáticas descendieron un 50%, bajada que atribuyó a la suspensión de plazos administrativos y a la paralización de servicios que no son esenciales.