El Museo de Pontevedra reorganiza su programación de exposiciones para que el Covid-19 tenga una afectación “lo más reducida posible en la tarea divulgativa”, indican sus portavoces. No resultará fácil ya que cancela varias de sus grandes citas presenciales para los próximos meses, un cierre que busca compensar en la medida de lo posible incorporando nuevos contenidos en las redes sociales.

La alarma sanitaria ha supuesto un parón total de las actividades, también las de difusión, un calendario complejo que depende de cesiones de fundaciones, colecciones y galeristas y del que han caído citas claves que muy posiblemente no podrán repetirse, a la cabeza la exposición dedicada al maestro de la abstracción Leopoldo Nóvoa.

Se descarta la ampliación de esta muestra (cuya exhibición estaba prevista inicialmente hasta el 26 de abril), ya que “la disponibilidad de las piezas y también las previsiones de nuevas instalación en Pontevedra la hacen inviable”, señalan desde la institución. En ella colaboraron trece colecciones públicas y privadas, caso de las fundaciones Barrié, y Luis Seoane, que cedieron obras muy especiales como dos cuadros de gran formato que se presentaban por primera vez, propiedad de la Fundación BBVA y de un coleccionista coruñés.

Inaugurada a finales del pasado mes de enero, Leopoldo Nóvoa 1919-2019 propuso un recorrido por el trabajo del artista pontevedrés desde sus primeras obras en los 50 hasta la última de 2010, dos años antes de su muerte en París, sumando medio centenar de trabajos entre cuadros, libros ilustrados, esculturas y documentos personales. Suponía el “homenaje merecido” de la institución al artista en el centenario de su nacimiento, en palabras del director del Museo, José Manuel Rey, y su suspensión es una de las grandes decepciones que ha supuesto el estado de alarma para la cultura pontevedresa, sumándose a otras como la cancelación del Salón do Libro, por el que estaba previsto que pasasen al menos 14.000 visitantes.

El Museo también cancela la instalación “A palabra empoderada”, que fue “imposible montar debido a la cuarentena. En estos momentos la sala 1 del Sexto Edificio acoge la exposición Debuxantas que se prevé que abra sus puertas hasta el 17 de mayo. “Dado que solo fue posible visitarla durante una hora y media antes de la clausura de las instalaciones, la intención del es poder prorrogarla el tiempo suficiente para que el público pueda disfrutarla de primera mano”, indican desde la institución.

Con todo, recuerdan que no se trata de un extremo que vaya a decidir el Museo sino que depende de “la disponibilidad que de ella tenga el Museo ABC, propietario de la misma, ya que tiene un calendario de itinerancia preestablecido”.

En paralelo y a fin de paliar en la medida de lo posible el cierre de la institución, se hacen nuevas apuestas ligadas a las redes sociales.

Los portavoces del museo capitalino indican a este respecto que “una de las novedades es la oferta en el Facebook de un contenido diferente a los más de 12.000 seguidores, publicando cada día -a primera hora- fotografías en 360 grados comentadas sobre las exposiciones permanentes que alberga el Edificio Sarmiento y el Sexto”.

Se trata, añaden, de imágenes “que se pueden girar, lo que permite a la persona que las ve hacerse una idea de como es cada sala o la ubicación de las muchas piezas existentes en su interior, acompañadas de una breve explicación”.

Por la tarde “se publican post con vídeos, fotos de formato tradicional e imágenes en 360 grados, pero ya centrados en las exposiciones temporales Leopoldo Nóvoa 1919-2019 y Debuxantas".

Las publicaciones con fotos en 360 grados se iniciaron con un post sobre Castelao, para seguir con el Tesoro de Caldas y arte gallego. Continuará en los siguientes días (según el calendario hecho público por el Museo) con visiones novedosas sobre las salas sobre el Regionalismo gallego del S. XX; la sala de arte religioso en los siglos XIV- XVII y el tímpano de San Francisco ; la sala arte gallego de finales del siglo XIX y principios del XX; la necrópolis de A Lanzada, del siglo III; la sala de cerámica oriental; las escaleras del Edificio Sarmiento; la sala de Sargadelos; la pía de Mougás; el retablo de Belvís; el relieve del Retablo Mayor de la Iglesia de Sobrado dos Monxes; o el depósito de Samieira, entre otros.

Además del teletrabajo de reorganización de exposiciones y administrativo, el Museo, añaden las mismas fuentes, “continúa con la vigilancia y conservación tanto de las muestras itinerantes como de las permanentes.”

Concretan que diariamente un técnico revisa todas las instalaciones y las piezas con el fin de comprobar que están en perfectas condiciones, vigilando parámetros de temperatura y humedad en las salas para garantizar la óptima conservación de las obras.