Seguramente nadie pone en duda hoy que el paseo abierto a lo largo del cauce del río de Os Gafos a su paso por Campolongo y su entorno, ha constituido un gran acierto del gobierno municipal del alcalde Lores. Su popularidad, que se mide por el uso y la afluencia de gente a diario, resulta incuestionable. Casi ningún pontevedrés ha resistido la tentación de efectuar al menos un recorrido completo para tener una percepción directa y personal de la recuperación acometida.

Dicho esto por delante, otra impresión bien distinta suscita el coste del proyecto por la forma de acometerlo, mediante unas expropiaciones poco calibradas que han terminado por costarnos a todos un verdadero "pastizal", no de pasto sino de pasta, naturalmente. El atinado refrán de que las prisas son malas consejeras, se cumple a rajatabla en el acondicionamiento y la apertura de este sendero fluvial integrado en el paisaje urbano pontevedrés.

El Concello acaba de sacar pecho y respirar un poco aliviado por el resultado, final en un caso y parcial en el otro, de otros dos pleitos suscitados por sendos particulares en desacuerdo con las valoraciones de sus terrenos expropiados. No solo no han obtenido un euro más de las tasaciones municipales sino que, encima, han perdido las costas.

Una sentencia dictada por el Tribunal Supremo ahorra al Ayuntamiento más de dos millones de euros, diferencia entre la valoración municipal y la cantidad reclamada por el propietario del lugar. Aquí ya no cabe recurso alguno. Y mucha menor cuantía -menos de 300.000 euros de diferencia- tiene el otro pleito abierto, que afecta a la obra de conexión entre la avenida de Mª Victoria Moreno y el propio paseo, parada casi desde su inicio. La resolución acordada por el TSXG no es definitiva, pero de entrada falla también en favor de la valoración municipal. Una y otra, en fin, rompen la racha negativa de sentencias contrarias al Concello en este asunto, que suman unos cuantos millones de euros.

El Meollo de la cuestión está en adivinar cómo acabarán los pleitos que todavía siguen pendientes de zanjarse o son susceptibles de prolongarse con más recursos y, de paso, vislumbrar si algún día llegaremos a conocer el coste real y efectivo en su totalidad del paseo del Os Gafos a las arcas municipales que, acaben como acaben las valoraciones recurridas, va a salir por un pico.