Los momentos difíciles sirven muchas veces para sacar lo mejor de las personas. La crisis sanitaria está dejando imágenes tristes, de personas afectadas y ciudades vacías, pero también muestra su cara más amable en forma de solidaridad. Muchos jóvenes, con tiempo libre al haberse cerrado institutos y universidades y tener menos horas de clases online, están dando toda una lección a la sociedad al movilizarse para ayudar a las personas más vulnerables. No se sabe cómo surgió, ni cómo, ni cuándo, pero desde que se decretó la cuarentena, las redes sociales se han llenado de mensajes de personas que se ofrecen a echar una mano a todas aquellas que formen parte de los grupos de riesgo, a las que se les aconseja salir de casa lo menos posible.

Así nacen iniciativas para, por ejemplo, hacer la compra o adquirir medicamentos para todos aquellos que deben guardar una cuarentena más rigurosa. En esta oleada de solidaridad está subido el joven pontevedrés Guillermo Juncal, que ha empezado por colgar un cartel en el supermercado que está justo debajo de su casa ofreciendo su colaboración. "Se lo he comentado también al dueño de la tienda, por si conoce a alguien que lo necesita. Estos últimos días fueron un poco locura en los supermercados y creo que a la gente mayor le viene bien una ayuda", comenta.

Él se enteró de este movimiento a través de las redes sociales, que se han llenado de fotografías de carteles pegados en ascensores y descansillos de muchos edificios en los que los vecinos se ofrecen a echar una mano a quien lo necesite. Después de anunciar su ofreciemiento en Facebook y Twitter, Guillermo ha entrado en un grupo de Telegram en el que hay alrededor de 50 voluntarios dispuestos a ayudar, de entre 20 y 35 años. "Somos personas que no estamos en ningún grupo de riesgo. Tenemos que tener mucho cuidado a la hora de hacer estas colaboraciones para no tener apenas contacto con la gente mayor y evitar contagios", explica Juncal, que anima a la gente joven a que se apunte a esta iniciativa.

Hoy en día, la confianza en la persona en cuyas manos vas a dejar algo tan importante como la compra de alimentos o medicamentos es fundamental, y en ese perfil encaja muy bien Guillermo al ser concejal del PP en Pontevedra. "Van a ser al menos dos semanas complicadas, por eso entre todos lo tenemos que hacer lo más ameno y fácil posible", apunta el joven de 23 años, que comenta que todavía no han contactado ni con él ni con ninguna de las personas que están en el grupo de Telegram para pedir ayuda.

Juncal apunta también que desde la Federación de Mujeres de la Provincia de Pontevedra están poniendo en marcha un programa de voluntariado y que entre sus acciones estará cuidar de niños cuyos padres tengan que ir a trabajar. "Están estudiando cómo hacerlo de manera segura, con responsabilidad", explica. Además, adelanta que el Concello también estaría trabajando en un programa con profesionales de cuidado social y Protección Civil para esto. "La gestión del Concello está siendo modélica. Nosotros simplemente queremos colaborar, a veces con el "boca a boca" se llega a gente que de otra manera no se enteraría".

Mejorar como sociedad

Guillermo se muestra optimista con respecto al futuro porque está seguro de que "esta situación nos va a hacer mejorar como sociedad. Yo estoy valorando mucho más las pequeñas cosas como salir a tomar una caña con mis amigos".

El joven pontevedrés cree que la ciudad está respondiendo. "Veo que la gente está siendo muy consciente de ello, solo he visto imágenes puntuales de personas que se han saltado la cuarentena. Se hace duro, pero tampoco es un esfuerzo titánico, no nos están pidiendo que vayamos a la mina, es quedarnos en casa. La situación de los sanitarios y de los supermercados es mucho peor. Por eso pido a todo el mundo que tenga responsabilidad, porque nos atañe a todos superar esta situación lo antes posible".