Hace una semana el Servizo Galego de Saúde se puso en contacto con ellos a través de un comunicado en el cual se les pautaba una serie de recomendaciones específicas ante el Covid-19. Así, el Sergas alentó a las comunidades evangélicas de Pontevedra y de la comarca a adoptar en todas y cada una de ellas las siguientes medidas preventivas: higiene de manos, no darse la mano o besos en sus reuniones, evitar la asistencia de personas mayores y/o con alguna patología crónica al local social, así como, ante cualquier síntoma de contagio, notificar a la comunidad el diagnóstico o la posibilidad de afectación.

Inicialmente, las comunidades evangélicas pontevedresas extremaron las precauciones, pero ayer, tras las declaraciones del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y las del presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, en las que decretó el estado de alarma, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España optó por suspender los encuentros comunitarios durante al menos 15 días.

"Ante esta situación, como iglesia local, decidimos cancelar todo tipo de encuentros, en principio, hasta el próximo 29 de marzo. Me consta también que en las iglesias evangélicas de Marín, Seixo, Vigo y A Coruña, así como otras iglesias de más comunidades autónomas, se han suspendido todas las reuniones comunitarias". Jonathan Bernad Ontiveros es el pastor de la Iglesia Evangélica "Jesús Vive", situada en Monteporreiro, y ayer explicaba así la decisión de su comunidad de hacer un parón temporal en su actividad habitual.

Y no es para menos, ya que entre todas las iglesias evangélicas de Pontevedra llegan a sumar unos 300 fieles, mientras que en Marín, la cifra se eleva a más de 2.400 personas, puesto que el municipio alberga la congregación más numerosa de Galicia y una de las más numerosas de España en cuanto a asistentes a los oficios.

"Queremos evitar contagios, cuidar la salud pública, y por ello hemos optado por estas medidas preventivas ", comentó el pastor de "Jesús Vive" , quien indicó que la comunidad que dirige suele mantener entre dos o tres reuniones semanales, además de los oficios dominicales, y a las que asisten desde madres con sus pequeños hasta personas octogenarias.